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Alrededor de 3.000 soldados norcoreanos ya están desplegados en la región de Kursk, y se espera que el número total de estos refuerzos asiáticos ascienda a 12.000, equiparable al tamaño de una división militar. Estos soldados forman parte de una estrategia de refuerzo de Rusia para defender las posiciones recuperadas en agosto en Kursk, aún bajo control de Ucrania. Aunque en una guerra con ejércitos de cientos de miles de efectivos esta cifra no resulta crucial, representa un alivio para el Kremlin, que intenta evitar una segunda gran movilización.
Soldados de Corea del Norte: carne de cañón en una guerra de desgaste
Los refuerzos norcoreanos, descritos por Pyongyang como «fuerzas de élite», serán asignados a unidades de asalto ruso como el grupo Storm Z, conocido por enfrentarse a las posiciones enemigas con altas tasas de bajas. Algunos prisioneros rusos han testificado que estas unidades llegan a sufrir pérdidas de más del 90%. Por su parte, videos compartidos por soldados rusos muestran a los norcoreanos alabando las raciones de combate, aunque se dice que muchos pasan el tiempo viendo videos en sus teléfonos, dada la falta de acceso a internet en su país.
Apoyo militar y suministro de Corea del Norte
Corea del Norte también ha suministrado más de cuatro millones de proyectiles de diversos calibres al ejército ruso, una ayuda vital en una guerra donde la escasez de municiones afecta a ambos bandos. A pesar de la baja calidad reportada de estos proyectiles, han sido bienvenidos en medio de las dificultades de Rusia para abastecerse. En el frente también se han visto fusiles norcoreanos en manos rusas, algunos de los cuales ya han sido capturados como trofeos de guerra por las tropas ucranianas.
La llegada del invierno y las condiciones del frente
A medida que el otoño avanza en Ucrania, el barro característico de la región, conocido como «rasputitsa», complica los movimientos de vehículos blindados y ralentiza las ofensivas. Las lluvias suponen cierto alivio para las fuerzas ucranianas, que retroceden en algunos puntos del Donbás ante un avance ruso constante pero lento. El Instituto de Estudio de la Guerra (ISW) indica que los progresos rusos, aunque más rápidos en las últimas semanas, aún se desarrollan en un escenario de guerra de posiciones, con ambas partes enfrentando problemas de desgaste y agotamiento de tropas.
Problemas y fortalezas: las distintas necesidades de Rusia y Ucrania
Rusia mantiene su avance en el Donbás, pero enfrenta dificultades para sustituir sus recursos bélicos, mientras que Ucrania lucha por llenar sus filas y mantener rotaciones en un frente extenso. Aunque la defensa es más sencilla que el ataque, las fuerzas ucranianas están en una situación complicada para sostener posiciones en primera línea sin sufrir bajas masivas. Este invierno podría ser especialmente duro para Ucrania, que continúa defendiendo su territorio frente a una ofensiva rusa que, según analistas, podría ser la última a gran escala de Rusia antes de que el desgaste frene su esfuerzo.