Si alguien pensaba que el cinismo tenía límites, parece que en Rusia han decidido probar lo contrario. El partido Rusia Unida, la formación política del presidente Vladímir Putin, ha tenido una ocurrencia digna de una sátira oscura: regalar picadoras de carne eléctricas a las madres de los soldados rusos muertos en el frente de Ucrania. Sí, han leído bien. No una pensión digna, no apoyo psicológico, sino un electrodoméstico que en cualquier otra circunstancia pasaría desapercibido, pero que en este contexto resulta de un simbolismo macabro.
El gesto, que ha tenido lugar en la ciudad de Murmansk, ha desatado una oleada de críticas y burlas en internet. No es para menos. Con una cifra de bajas rusas que podría rondar el millón entre muertos y heridos, según estimaciones de medios internacionales, el paralelismo entre una picadora de carne y la maquinaria bélica del Kremlin es demasiado evidente como para pasarlo por alto.
“Justo lo que necesitaba”
En un intento por darle un giro positivo al asunto, el partido de Putin difundió un vídeo donde una de las madres beneficiadas expresaba su gratitud: “Doy las gracias a Rusia Unida por los regalos, por el hermoso ramo de flores. Y me regalaron una picadora de carne, que era lo que necesitaba”. Aparentemente, la mujer intentó justificar el presente asegurando que ya tenía pensado comprar una. Lo que no dijo es si se refería a la picadora o a una metáfora de la guerra en la que su hijo perdió la vida.
La iniciativa ha sido defendida por la organización pro-Kremlin Defensores de la Patria en Murmansk, que argumentó que su deber es “cuidar a las madres de los héroes de la patria con atención y apoyo, no con palabras, sino con hechos”. Nada como una picadora de carne para demostrar apoyo tangible, ¿verdad?
Homenajes de alto voltaje (y baja sensibilidad)
No es la primera vez que las familias de los caídos en Ucrania reciben “homenajes” de dudoso gusto. Anteriormente, se han registrado casos de entrega de sacos de patatas, lotes de comida enlatada e incluso insólitos diplomas de honor. Sin embargo, lo de la picadora de carne parece superar cualquier guion de comedia negra.
Con este tipo de iniciativas, Putin y su partido siguen reescribiendo el manual de la propaganda con un estilo inconfundible: mezcla de surrealismo soviético, realismo trágico y una pizca de humor involuntario. Mientras tanto, las madres rusas, además de llorar a sus hijos, tendrán que decidir qué hacer con su nuevo electrodoméstico.