En un avance inesperado, las fuerzas insurgentes sirias han llegado a las afueras de Damasco, marcando un importante giro en el conflicto. La ofensiva, caracterizada por su velocidad, ha permitido a los rebeldes tomar el control de varias de las ciudades más grandes del país, según reportaron ayer activistas de la oposición y un comandante rebelde.
Este avance representa la primera vez desde 2018 que las fuerzas opositoras logran aproximarse a la capital siria. Hace cinco años, el gobierno de Bashar al-Assad había recuperado la región adyacente a Damasco tras un asedio que duró más de un año. Ahora, mientras los rebeldes consolidan posiciones, las protestas se intensifican en los suburbios, desafiando la autoridad del mandatario.
Imágenes difundidas en redes sociales muestran escenas de celebración. Manifestantes coreaban consignas mientras derribaban una estatua de Hafez al-Assad, padre del actual presidente, en el suburbio de Jaramana. Este acto se suma al derribo de otra estatua de Hafez en la ciudad de Hama, ocurrido el viernes.
La agencia estatal de noticias siria reaccionó señalando que “células durmientes” han difundido videos en redes sociales desde áreas públicas de Damasco. Según las autoridades, estos materiales buscan crear la falsa impresión de que las fuerzas opositoras han tomado el control, con el objetivo de “sembrar el caos entre los ciudadanos”
Erdogan pide paz para Siria
Desde Turquía, el presidente Recep Tayyip Erdogan se pronunció sobre los recientes acontecimientos y expresó su deseo de que Siria encuentre la estabilidad tras más de una década de conflicto.“Nuestro mayor anhelo es que nuestro vecino recupere la paz y la tranquilidad que ha soñado durante 13 años”, afirmó Erdogan, quien es una figura clave en la región. Agregó que Siria “ya está agotada de guerra, sangre y lágrimas”.
Turquía, que comparte una extensa frontera con Siria, acoge actualmente a unos tres millones de refugiados sirios, reflejo de las devastadoras consecuencias del conflicto iniciado en 2011.El conflicto sirio, que ha dejado un saldo de medio millón de muertos, se ha transformado en una guerra subsidiaria con la participación activa de potencias regionales, Rusia y Estados Unidos.
Actualmente la zona está fragmentada en cuatro zonas principales de control: áreas bajo el régimen de Bashar al-Assad, territorios dominados por diversos grupos armados y regiones administradas por entidades autónomas con ideologías y lealtades dispares.
El conflicto en Siria, que ha perdurado durante 13 años, había desaparecido en gran medida de los titulares internacionales. Sin embargo, en diciembre de 2024, el grupo yihadista Hayat Tahrir al-Sham (HTS) lanzó una ofensiva relámpago, tomando por sorpresa a las fuerzas gubernamentales y capturando Alepo, la segunda ciudad más grande del país. Este avance permitió a HTS controlar vastos territorios en cuestión de horas.