En la primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia, Emmanuel Macron enfrentó una dura derrota, con su partido relegado al tercer lugar con el 21,47% de los votos. La Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen logró la victoria con un 33% de los sufragios, mientras que el Nuevo Frente Popular (NFP) se mantiene en la contienda por el control de la Asamblea Nacional.
Segundo asalto legislativo decisivo
El próximo fin de semana se decidirá si será el partido gobernante, el NFP o la RN de Le Pen quien obtenga la mayoría en la Asamblea Nacional y, por ende, el puesto de primer ministro. Las proyecciones actuales favorecen a la RN, aunque los partidos de Macron y la izquierda aún tienen posibilidades.
Estrategia de Renaissance
Fundado por Macron en 2016, es una fuerza centrista y europeísta, que en esta campaña ha defendido su gestión gubernamental de los últimos años. Con Gabriel Attal como cabeza de lista, el partido ha centrado su programa en la continuidad de sus políticas, destacando la reforma de pensiones, la reducción del gasto público, la disminución de impuestos y la reforma del subsidio de desempleo. Además, se han presentado nuevas propuestas migratorias más restrictivas.
Defensa de las reformas, pensiones y déficit público
En un reciente debate, Attal defendió la impopular reforma de pensiones, afirmando que Renaissance no promete lo imposible como sus oponentes. También abordó el déficit público, señalando que las decisiones de Macron han logrado reducir el desempleo a pesar del aumento del déficit en 2023.
Enfoque en seguridad e inmigración
Aunque la inmigración no ha sido un tema central en la campaña, el partido ha reconocido la preocupación por la inseguridad ciudadana. Attal expresó en el debate su comprensión por el «hartazgo» de los franceses ante la delincuencia, y reafirmó el compromiso del gobierno con la laicidad del Estado ante recientes denuncias de ataques contra este principio.
Futuro incierto para Macron tras la primera vuelta
Con la retirada de la candidata de derecha en Calvados y la segunda vuelta a la vuelta de la esquina, la campaña de Macron enfrenta un momento crítico. La defensa de su gestión y sus políticas será clave para determinar el resultado final y el futuro político de Francia.