Rishi Sunak se despide como primer ministro este viernes delante de Downing Street tras su derrota electoral Leon Neal/Getty
Unas horas después de sufrir la peor derrota de la historia del Partido Conservador, el hasta ahora primer ministro Rishi Sunak ha anunciado este viernes por la mañana su dimisión y su marcha como líder del partido. Sunak se despide tras menos de dos años en el cargo y 14 años de gobiernos tories elogiando a su sucesor laborista. En una escueta comparecencia de cinco minutos, ha comenzado pidiendo “perdón” al país y reconociendo que el pueblo británico ha enviado el “claro mensaje” de que “el Gobierno británico debe cambiar”.
“Acepto toda la responsabilidad por esta derrota”, ha declarado Sunak antes de extender su disculpa a sus compañeros conservadores. Ante esta situación, Sunak ha anunciado así que “abandonará el liderazgo del partido” aunque no “de manera inmediata” sino “cuando todos los arreglos formales para elegir sucesor estén preparados”.
“En este trabajo, sus éxitos serán los de todos, y le deseo lo mejor a él y a su familia. Cualquiera que hayan sido nuestros desacuerdos en la campaña, Keir Starmer es un hombre decente y con un espíritu de servicio público que respeto”, ha dicho el todavía líder del Partido Conservador sobre su rival laborista. “Él y su familia merecen la mayor de nuestras comprensiones mientras hacen una enorme transición hacia sus nuevas vidas detrás de esta puerta. Y mientras se enfrenta con este trabajo tan exigente en un mundo cada vez más inestable”.
“Dejaré de ser el líder del partido, no inmediatamente, pero en cuanto se pongan en marcha los arreglos formales para elegir a mi sucesor. Es importante que después de 14 años en el Gobierno, el Partido Conservador se reconstruya, pero también que asuma un papel crucial en la oposición de manera profesional y eficaz”, ha explicado Sunak, que continuará siendo diputado.
El desastroso resultado de los conservadores
El Partido Conservador se ha quedado con 121 diputados respecto a los 365 que ganó en las últimas elecciones generales hace cinco años y en lo que supone la peor derrota en sus dos siglos de historia. El Partido Laborista gobernará con 412 escaños con una mayoría absoluta comparable a la de Tony Blair en 1997. La mayoría necesaria para gobernar en el Reino Unido es de 326 escaños, es decir, la mitad más uno de los 650 diputados de la Cámara de los Comunes.
Los británicos castigaron a Sunak por los últimos años de desmanes de su partido y sus predecesores. La derrota sucede tras la aplicación de un Brexit duro de ruptura casi total con la Unión Europea, las celebraciones en Downing Street durante la pandemia saltándose las reglas sanitarias y los múltiples escándalos dentro del partido en un país en crisis, con largas listas de espera en la sanidad pública e infraestructuras decrépitas.