El conflicto entre Rusia y Ucrania sigue cobrando un alto precio en vidas humanas, especialmente en la reciente escalada de hostilidades en la región de Kursk. El Ministerio de Defensa de Rusia ha informado este jueves que las bajas ucranianas desde el inicio de la ofensiva el pasado 6 de agosto superan los 10.000 soldados. Este parte militar señala que, específicamente, el número de bajas asciende a 10.100, además de la pérdida de 81 tanques en los combates en esa zona.
Durante la jornada más reciente, las fuerzas ucranianas habrían sufrido 370 bajas, una cifra que resalta la intensidad de los enfrentamientos en el frente de Kursk. A través de su comunicado, el Ministerio también ha indicado que las fuerzas rusas han llevado a cabo ataques aéreos y de artillería concentrados contra tropas ucranianas en al menos 17 localidades dentro de la región.
Un soldado ruso consigue atrapar un FPV ucraniano sólo para dejarlo caer al suelo momentos después, probablemente matándose en el proceso. Fuente: 68ª Brigada Jager ucraniana
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha manifestado su confianza en que Kiev no ha conseguido detener el avance de las tropas rusas en el Donbás, a pesar de la incursión fronteriza en Kursk. En el Foro Económico Oriental, celebrado en Vladivostok, Putin afirmó que “nuestras fuerzas armadas estabilizaron la situación y han comenzado a expulsar (al enemigo) de los territorios fronterizos”, subrayando la fortaleza de la respuesta militar rusa.
Las defensas antiaéreas ucranianas se activaron en los óblasts de Vínitsia
Mientras tanto, el Gobierno de Kiev ha aportado otra perspectiva al conflicto, indicando que sus tropas, que irrumpieron en la región de Kursk hace aproximadamente un mes, controlan alrededor de un centenar de localidades y cerca de 1.300 kilómetros cuadrados de territorio ruso.
En medio de este combate, Rusia realizó en la madrugada del jueves un ataque masivo con 78 drones kamikaze iraníes Shahed, de los cuales se logró interceptar 60, según informes de la Fuerza Aérea de Ucrania. Sin embargo, uno de los misiles Iskander-M lanzados por Rusia logró penetrar las defensas ucranianas. Los drones se dispararon desde regiones cercanas a la frontera, incluyendo Kursk, Yeisk y Primorsko-Ajtarsk, lo que refleja la proximidad geográfica y la inminente amenaza que representan para las fuerzas ucranianas.
Las defensas antiaéreas ucranianas se activaron en los óblasts de Vínitsia, Poltava, Zhitómir, Cherkasi, Dnipropetrovsk, Kirovograd, Kiev, Cherníguiv, Zaporiyia y Jersón, en respuesta a los ataques masivos que han provocado decenas de muertes en diversas regiones del país en días recientes.