El canciller de Alemania, Olaf Scholz, ha reafirmado el compromiso de Europa para ayudar en la reconstrucción de Siria tras la caída del régimen de Bashar al Assad. “Después de todo el sufrimiento, todos los sirios merecen una vida libre y segura”, declaró Scholz a través de la red social X, destacando la importancia de garantizar la libertad y la seguridad en un país que ha vivido bajo una dictadura inhumana durante 54 años.
Un mensaje de esperanza y libertad
En su mensaje, Scholz celebró el fin del régimen de la familia Al Assad, que estuvo en el poder desde 1971, primero con Hafez al Assad y luego con su hijo Bashar. El dirigente alemán hizo referencia al grito de “¡Libertad!” que, según sus palabras, ha resonado tanto en Siria como en ciudades alemanas tras la derrota del régimen. “Estamos trabajando con nuestros socios para hacer realidad su esperanza: ¡por fin la libertad para su patria!”, expresó. Scholz también mencionó la liberación de decenas de miles de presos políticos de las cárceles del régimen, incluyendo el infame centro de detención de Sednaya. El canciller describió las condiciones de los prisioneros como “indescriptiblemente brutales” y añadió que las imágenes de su liberación “se meten bajo la piel”.
Scholz subrayó la importancia de preservar la soberanía e integridad territorial de Siria. “Ningún país debe ser el patio trasero de otro más fuerte”, enfatizó, haciendo referencia a la influencia de potencias extranjeras como Rusia e Irán, que durante años respaldaron al régimen de Al Assad. El canciller también destacó la necesidad de que los nuevos gobernantes garanticen la libertad y la seguridad de todos los sirios. “Trabajaremos con ellos sobre esta base y Europa contribuirá a la reconstrucción”, aseguró. Dirigiéndose a los sirios que residen en Alemania, Scholz reafirmó que seguirán siendo bienvenidos en el país. “Eso es completamente evidente”, dijo, reiterando el compromiso de su gobierno con la integración y el apoyo a quienes buscaron refugio durante los años de conflicto.
La caída del régimen de Bashar al Assad se produjo tras una ofensiva lanzada el pasado 27 de noviembre desde la provincia de Idlib. Yihadistas y fuerzas rebeldes lograron tomar la capital, marcando el fin de una era para un régimen que gobernó con mano de hierro durante más de cinco décadas. Las fuerzas gubernamentales, debilitadas a pesar del apoyo de Rusia e Irán, no pudieron resistir el avance rebelde y se replegaron.