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El ministro libio del Interior en Trípoli, Imad Trabelsi, ha anunciado esta semana la restauración de una policía de la moral que, entre otras funciones, se encargue de ejecutar la imposición del velo a las mujeres y niñas mayores de nueve años. Su gabinete insiste en que es una medida necesaria para “reforzar los valores religiosos y tradicionales de la sociedad local”.
Asimismo, la autoridad libia expuso en una rueda de prensa el pasado miércoles que esta propuesta irá acompañada de otras como prohibir la interacción entre hombres y mujeres en cafeterías, detener la importación de algunos tipos de ropa que consideran inapropiados, o establecer la figura del tutor masculino, para que las mujeres no viajen solas.
Según las declaraciones de Trabelsi, las libertades personales y los derechos humanos son «conceptos europeos» que «violan las tradiciones libias y la religión islámica». De esta manera, quienes deseen disfrutar de esos derechos deberán abandonar el país. Así, los agentes de la brigada de la moral tendrían la función de vigilar tanto la calle como las redes sociales, con el objetivo de arrestar y procesar a las personas que incumplen “los valores de la sociedad libia”. Estas restricciones se suman a la propuesta de la Autoridad General de Asuntos Islámicos que el año pasado puso en marcha un programa de “Guardianes de la Virtud” para combatir las “desviaciones religiosas, intelectuales y morales”.
El sistema de tutela masculina en Libia ya obliga a las mujeres a buscar la autorización de un tutor, que puede ser su padre, hermano o hijo para poder casarse o viajar. De hecho, la Agencia de Seguridad Interna (ISA) llegó a introducir el año pasado un cuestionario obligatorio para que justificasen su desplazamiento sin la presencia de su tutor, enfrentándose al acoso de las fuerzas de seguridad en los aeropuertos.
Protestas de las organizaciones de DDHH
Diversas organizaciones de la sociedad civil han protestado en favor de los derechos humanos. Amnistía Internacional ha rechazado la posible instauración de estas propuestas que suponen una vulneración del derecho internacional.
Bassam al Kantar, investigador de Amnistía Internacional sobre Libia, ha declarado que “las amenazas del ministro del Interior de reprimir las libertades fundamentales en nombre de la moral son una escalada peligrosa de los niveles ya asfixiantes de represión que afrontan quienes no se adhieren a las normas sociales dominantes en Libia. Las propuestas de imponer el uso obligatorio del velo a las mujeres y a las niñas de incluso nueve años, limitar las interacciones entre hombres y mujeres, y controlar las decisiones personales de la juventud respecto al peinado y la ropa no sólo son profundamente alarmantes, sino que también violan las obligaciones contraídas por Libia en virtud del derecho internacional”.