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La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha mantenido este martes una serie de reuniones clave para diseñar la respuesta de su gobierno ante el plan de deportaciones impulsado por el presidente electo de EE.UU., Donald Trump. En estos encuentros, Sheinbaum conversó con los gobernadores de los estados mexicanos que limitan con los Estados Unidos, regiones que históricamente han representado un desafío electoral para su partido, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Un territorio complicado para Morena
Las entidades del norte de México, donde predominan la clase media y las grandes empresas privadas como motores económicos, han sido tradicionalmente menos favorables al oficialismo. En estas regiones, la política de apoyos sociales del gobierno mexicano tiene menos impacto, lo que dificulta obtener el apoyo electoral necesario. Sin embargo, en este momento, la presidenta requiere la colaboración de los gobernadores de estos estados para afrontar la amenaza de las deportaciones masivas de migrantes hacia México que plantea la administración de Trump.
Preparativos ante la crisis migratoria
Ante la propuesta de deportaciones masivas, que afectaría principalmente a los migrantes mexicanos, México ha comenzado a activar una serie de medidas preventivas. Se estima que alrededor de 4 millones de mexicanos viven en EE.UU. sin documentos, aunque el plan de deportaciones podría incluir a personas de diversas nacionalidades. La mandataria mexicana ha señalado que se ampliarán las estaciones migratorias, se incrementará la inversión en seguridad y se ofrecerán ayudas sociales a los deportados, con una cantidad mensual de entre 150 y 200 euros, dependiendo del caso.
Tensión entre Sheinbaum y Trump
La relación entre ambos mandatarios parece tensarse cada vez más. El fin de semana, Trump hizo comentarios sobre la posible anexión de México a Estados Unidos, lo que generó una rápida respuesta de la presidenta mexicana. Desde la frontera, Sheinbaum criticó a EE.UU. por no tomar medidas eficaces para frenar la adicción al fentanilo en su población, una de las causas de la violencia y el narcotráfico en la región.
Falta de comunicación oficial con el gabinete de Trump
A pesar de la creciente preocupación por las deportaciones, la comunicación formal entre el gabinete de Sheinbaum y los futuros colaboradores de Trump aún es inexistente. De momento, los contactos se limitan a llamadas directas entre la mandataria mexicana y el presidente electo de EE.UU. En este contexto, la presidente mexicana ha asegurado que existe un acuerdo con la actual administración de Biden, que facilita la repatriación aérea de migrantes a sus países de origen desde EE.UU., y espera que con Trump se establezca un acuerdo similar.
Solidaridad con los migrantes mexicanos
La presidenta de México reafirmó que su país se mantiene solidario con todos los migrantes, aunque subrayó que su prioridad es recibir a los ciudadanos mexicanos que sean deportados. En este sentido, destacó que el gobierno mexicano busca establecer un acuerdo con la administración de Trump para que, además de los mexicanos, también se repatríen a los migrantes de otras nacionalidades desde el territorio mexicano, de acuerdo con los acuerdos previos con EE.UU.