Imagen: el ministro turco de Asuntos Exteriores, Hakan Fidan, con el líder de Hayat Tahrir al-Sham I AFP
El líder de la nueva Siria, Ahmed al Shara, presentó este domingo su plan para la transición política del país, coincidiendo con el tercer aniversario de la caída del régimen de Bachar Al-Assad. En un anuncio que marca un hito en la historia siria, el rebelde confirmó que las elecciones no se celebrarán hasta dentro de cuatro años y que el proceso para redactar y aprobar una nueva Constitución llevará al menos tres años, un plazo más largo del que inicialmente se esperaba.
Desde la caída de la dictadura de la familia Al-Assad, que gobernó durante 53 años, Siria ha sido liderada por un Gobierno interino nombrado por Hayat Tahrir al Sham (HTS), la milicia islamista que encabezó la ofensiva final contra el régimen.
Promesas de inclusión y diálogo nacional
En una extensa entrevista concedida al canal Al Arabiya, Al Shara aseguró que no pretende monopolizar el poder y subrayó la importancia de respetar los derechos de las minorías en el país. Como gesto de apertura, anunció que HTS será disuelto durante la Conferencia para el Diálogo Nacional, prevista para dentro de tres meses. Este evento reunirá a las principales facciones sirias y tendrá como objetivo la formación de un Gobierno de transición que dirigirá el país hasta las elecciones.
El líder, conocido anteriormente como Abu Mohamed al Julani, afirmó: «No me considero el liberador de Siria; la liberación fue posible gracias a los sacrificios de todos«. Desde su llegada a Damasco, ha intentado distanciarse de su pasado como dirigente de una milicia vinculada a Al Qaeda, un hecho que sigue generando recelo en parte de la población.
Debate sobre el periodo de transición
El prolongado calendario de la transición ha generado un intenso debate en las redes sociales. Al Shara defendió la necesidad de un periodo más largo para reconstruir el tejido político y social del país. Entre los desafíos que enfrentará Siria está la realización de un nuevo censo antes de organizar elecciones.
Además, prometió avances concretos en la mejora de los servicios públicos, un tema crucial en un país donde muchas regiones apenas tienen cuatro horas de electricidad al día. «En un año habrá mejoras palpables«, aseguró el líder interino.
Ammar Abdulhamid, analista político refugiado en Estados Unidos, considera razonable el plazo de cuatro años, siempre que el Gobierno de transición sea inclusivo, acepte críticas y respete los derechos humanos. Según él, acelerar la redacción de la Constitución podría polarizar aún más a una sociedad devastada por más de 13 años de guerra y sanciones económicas internacionales.
Relaciones con potencias regionales
El nuevo líder adoptó un tono conciliador al referirse a las potencias que influyen en la región, incluidas Rusia e Irán, aliados históricos del régimen de El Asad. Reconoció la importancia de los intereses comunes entre Damasco y Moscú, así como el rol estratégico de las bases militares rusas en Tartús y Jmeimim.
Por su parte, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, declaró que el futuro de estas bases no es solo cuestión de su permanencia, sino también de las condiciones bajo las cuales operarán. «Es legítimo que las nuevas autoridades renegocien el estatus de estas instalaciones«, afirmó Lavrov, subrayando su importancia para la influencia de Rusia en Oriente Próximo y África.