Al día siguiente de que el Reino Unido formalizara un acuerdo para ofrecer a Kiev un préstamo de 2.260 millones de libras, el primer ministro Keir Starmer reforzó el compromiso británico con Ucrania al anunciar una nueva promesa de 1.600 millones de libras en financiación de exportaciones. Esta suma permitirá a Ucrania adquirir más de 5.000 misiles de defensa aérea fabricados en Belfast.
“Es crucial proteger la infraestructura vital ahora y fortalecer a Ucrania para garantizar una paz duradera. Debemos aprender de los fracasos del pasado; no podemos permitir acuerdos débiles como el de Minsk, que Rusia viola a su antojo”, subrayó Starmer. El primer ministro señaló que los líderes europeos se enfrentan a una “oportunidad única en una generación” mientras se disponen a mantener cruciales conversaciones sobre el futuro de Ucrania.
La cumbre se celebra en un momento de creciente presión para reforzar las defensas de Ucrania y asegurar apoyo a largo plazo mientras la guerra continúa su curso. Dieciocho aliados se reunieron para debatir sobre las garantías de seguridad necesarias para Ucrania, un tema candente que sigue acaparando titulares, sobre todo después del reciente y tenso intercambio entre los presidentes Donald Trump y Volodímir Zelenski en la Casa Blanca.
Organizada por Starmer, quien se sentó junto a Zelenski frente a las banderas de Ucrania y Europa, la reunión fue calificada como “un momento histórico para la seguridad de Europa, donde todos debemos hacer nuestra parte”. A pesar de las críticas frecuentes de Trump, el jefe de la OTAN, Mark Rutte, reafirmó el compromiso de Estados Unidos con la alianza transatlántica tras las discusiones sobre la crisis en Ucrania en Londres. Según Rutte, el incremento del gasto en defensa por parte de más países europeos es una noticia positiva.
Por su parte, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, advirtió que Europa necesita un “rearme urgente” y presentó la necesidad de un aumento sustancial en las inversiones defensivas. “Es imprescindible que preparemos nuestras defensas, es vital que estemos listos para lo peor”, dijo Von der Leyen, quien reveló que presentará un “plan integral” en la próxima cumbre de la UE. La Comisión Europea está presionando por un aumento sostenido de la inversión en defensa para asegurar la seguridad a largo plazo de la región.
Donald Tusk, primer ministro de Polonia, insistió en que Occidente no debe ceder ante el “chantaje y la agresión” de Putin, subrayando que la mejor forma de disuadir a los agresores es consolidar una alianza europea fuerte. En cuanto a la relación con Estados Unidos, Tusk afirmó que la cooperación con Europa debe reforzarse para mostrar una unidad firme ante las amenazas.
Giorgia Meloni, la primera ministra italiana, reafirmó el compromiso de Italia con Ucrania al reunirse con Zelenski al margen de la cumbre en Londres. A través de un comunicado, su oficina detalló su apoyo a la construcción de una paz justa y duradera que garantice la soberanía y la seguridad de Ucrania, en plena línea con la postura italiana desde el inicio del conflicto, al tiempo que mantenía a Estados Unidos como parte clave de la ecuación.
Antes de la cumbre, Meloni también conversó por teléfono con Trump, aunque los detalles de la llamada no fueron revelados. Sin embargo, Meloni fue clara en su advertencia: “Es de vital importancia que no permitamos que Occidente se divida en torno a la cuestión de Ucrania”, haciendo hincapié en la unidad frente a la crisis.