Imagen: El primer ministro británico Keir Starmer y el presidente francés Emmanuel Macron. AFP
El primer ministro británico Keir Starmer y el presidente francés Emmanuel Macron se han unido este lunes a las críticas del sábado del canciller alemán Olaf Scholz contra el propietario de X Elon Musk. El laborista británico ha decidido finalmente responder a los continuos ataques que ha recibido durante los últimos días por parte de Musk por el escándalo de los abusos sexuales a menores en el Reino Unido ocurrido hace más de una década.
Starmer ha evitado acusar directamente al magnate, consciente de su posición en la Administración estadounidense de Donald Trump, pero lo ha colocado entre los que “extienden mentiras y desinformación” en las redes y “amplifican el discurso de la extrema derecha”.
Por su parte, Macron ha acusado a Musk de apoyar una “nueva internacional reaccionaria” y de interferir en las elecciones, particularmente en Alemania. “Debemos conseguir una agenda de defensa de la democracia”, ha declarado el presidente de Francia. Macron alertó de la “incertidumbre” que vive un mundo cada vez más en “desorden”, marcado por el “retorno de las pulsiones imperiales y el cuestionamiento de la información y del saber”. “Hace 10 años, si nos hubieran dicho que el propietario de una de las mayores redes sociales del mundo apoyaría una nueva internacional reaccionaria e intervendría directamente en elecciones, incluida Alemania, ¿quién se lo habría imaginado?”, declaró durante su discurso ante la conferencia anual de embajadores franceses.
Esta “nueva internacional de reaccionarios” representa, según Macron, a “grandes intereses financieros privados”, y se aprovecha de que las democracias liberales no han sido “suficientemente eficaces” en la protección de la clase media. “Debemos conseguir una agenda de defensa de la democracia”, reclamó el líder francés, que también advirtió de que las grandes empresas tecnológicas, a la vez que ofrecen nuevas posibilidades, también están haciendo que los Estados se sientan amenazados por su creciente poder.
Los ataques de Musk
El magnate mencionó el pasado jueves en X un caso de explotación sexual de más de 1.500 niñas en Inglaterra entre 1997 y 2013, en el que se culpó a las autoridades de no haber tomado medidas.
Musk hacía referencia en su mensaje en la red social al propio primer ministro, en el poder desde el 4 de julio, cuando puso fin en las elecciones británicas a catorce años de gobiernos conservadores. «En Reino Unido, delitos graves como la violación requieren la aprobación del Ministerio Público antes de que la Policía pueda acusar a los sospechosos. ¿Quién estaba a cargo del CPS (la Fiscalía General del Estado) cuando a las bandas de violadores se les permitía explotar a niñas sin enfrentarse a la Justicia? Keir Starmer», escribió el multimillonario estadounidense.
Cuestionado sobre estos ataques, Starmer ha defendido su trayectoria al frente del CPS y ha afirmado haber «reabierto expedientes» y haber «presentado las primeras acusaciones contra una red de explotación asiática».
En respuesta a numerosas preguntas de los medios sobre el tema, Starmer ha insistido en no querer personalizar en Musk,a quien no nombró, pero ha asegurado que «se ha cruzado una línea» con algunas de las críticas y ha denunciado el «veneno de la extrema derecha» en este tema.