La tensión en Abjasia escaló este fin de semana luego de la detención de cinco activistas opositores que protestaban en Sujumi en contra de un controvertido acuerdo de inversión con Rusia.
La medida ha generado disturbios y un clima de inestabilidad en la región, con cientos de ciudadanos congregándose cerca de la sede del Consejo de Seguridad abjasio, lo que desencadenó enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
Los manifestantes, en su mayoría partidarios de la oposición, bloquearon carreteras y puentes en las inmediaciones, exigiendo la liberación de los detenidos. Las tensiones crecieron aún más cuando el jefe de la autoproclamada república de Abjasia, Aslan Bzhania, convocó una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad.
Durante esta reunión, el presidente del Consejo de Seguridad del Estado, Dmitry Kuchuberia, informó que algunos manifestantes habían protagonizado altercados físicos con las fuerzas de seguridad y que uno de ellos embistió con su vehículo las puertas del edificio gubernamental en un intento por ingresar al recinto.
El fiscal general de Abjasia indicó que los activistas arrestados también intentaron agredir verbalmente y físicamente a un miembro del parlamento abjasio tras una sesión extraordinaria. Según el fiscal, los detenidos usaron un “lenguaje inapropiado” y actuaron de forma agresiva contra el funcionario, lo cual motivó su detención.
Las protestas se originaron el 11 de noviembre, cuando varios sectores de la oposición abjasia se manifestaron en contra de la ratificación de un acuerdo de inversión con Rusia. Dicho acuerdo, programado para votarse el próximo 15 de noviembre, permitiría a empresas rusas ejecutar proyectos en Abjasia, otorgándoles incluso el derecho a adquirir tierras y propiedades.
Las protestas comenzaron el 11 de noviembre
La propuesta incluye la construcción de grandes complejos multifuncionales que, según el gobierno abjasio, contribuirán al desarrollo económico del territorio. Sin embargo, la oposición teme que esto derive en una pérdida de soberanía y una mayor dependencia de Moscú.
Líderes de la oposición planean realizar una gran manifestación el mismo día de la ratificación para expresar su rechazo a estas inversiones y a lo que describen como una “sumisión creciente” de Abjasia a los intereses rusos. Para muchos ciudadanos abjasios, la ratificación de este acuerdo representa un paso más hacia la consolidación de la influencia rusa en la región, la cual consideran perjudicial para los intereses locales.
El acuerdo de inversión se da en un contexto de tensiones con Moscú, que en septiembre respondió con una reducción drástica de la financiación para Abjasia después de que las autoridades locales mostraran reticencia a aprobar el convenio. La medida fue vista como una táctica de presión por parte del Kremlin para lograr que Sujumi cumpliera con sus “obligaciones” hacia Moscú.
En un intento por contener las protestas y garantizar la seguridad en la ciudad, el gobierno de Bzhania ordenó la presencia de fuerzas militares en el centro de Sujumi, lo cual ha elevado la preocupación entre los ciudadanos. Organizaciones locales y activistas de derechos humanos han criticado el despliegue militar, argumentando que podría derivar en una represión más dura y en la limitación de los derechos de los manifestantes.