El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) ha publicado una conversación interceptada en la que una enfermera rusa expresa su rechazo a tratar a los soldados norcoreanos heridos en la Guerra de Ucrania. En un audio difundido, la enfermera manifiesta su malestar con el trato que se les está dando a estas tropas y lanza un mensaje contundente: «Váyanse al infierno, les diré». Estas declaraciones reflejan las crecientes tensiones dentro de las filas rusas respecto a la participación de Pyongyang en el conflicto.
La presencia de soldados norcoreanos en Ucrania se ha convertido en uno de los principales focos de atención tras las últimas informaciones de los servicios de inteligencia de Ucrania, Reino Unido, Corea del Sur y Estados Unidos. Según confirmó el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ya se han producido enfrentamientos entre estas tropas y las fuerzas ucranianas en la región de Kursk. Este despliegue ha sido descrito por el Ministerio de Defensa del Reino Unido como problemático, debido a dificultades de interoperabilidad, particularmente por la barrera idiomática y diferencias culturales.
Los informes del SBU revelan que estas tensiones han provocado malentendidos graves, algunos de los cuales habrían llevado a enfrentamientos entre las propias tropas aliadas. En situaciones extremas, soldados norcoreanos habrían llegado a abrir fuego contra efectivos rusos, destacando el nivel de desconfianza y confusión dentro de esta coalición militar. Este escenario pone en evidencia las limitaciones logísticas y estratégicas de la alianza entre Rusia y Corea del Norte.
El audio difundido también refleja el descontento de algunos sectores rusos, especialmente entre el personal médico, que denuncia las condiciones bajo las cuales se lleva a cabo esta colaboración. La enfermera interceptada por el SBU critica el trato preferencial que reciben las tropas norcoreanas, lo que genera tensiones dentro del sistema ruso. «No voy a suministrarles anestesia; no me importa lo que digan», se escucha decir en la grabación.
La participación de Pyongyang en el conflicto ucraniano no solo ha incrementado las complejidades logísticas para Moscú, sino que también ha suscitado preguntas sobre la sostenibilidad y eficacia de esta alianza. En un contexto donde la moral y la cooperación son esenciales, estos episodios podrían marcar un punto de inflexión en la dinámica del conflicto.