Imagen: la vicepresidenta tercera Teresa Ribera- Europa Press
Si Teresa Ribera supera el examen del Parlamento Europeo, ocupará un puesto clave en la nueva Comisión Europea como vicepresidenta y comisaria de Transición Energética y Competencia. Sin embargo, su labor será especialmente desafiante: el papel de Ribera puede chocar con los planes del nuevo Ejecutivo comunitario.
Las prioridades de la Comisión
En Bruselas, el enfoque cambiará significativamente: se hablará mucho menos de políticas ‘verdes’ y mucho más de autonomía estratégica, industria y economía. Aunque Teresa Ribera es una apuesta importante, su impacto en la UE será más notorio en el ámbito de la Competencia y en la lucha contra las grandes tecnológicas, mientras que el Pacto Verde Europeo deja de ser una prioridad central para la nueva Comisión.
La nueva Comisión será geopolítica, no climática, lo que marca un cambio notable en la dirección estratégica. Bruselas parece despedirse de la ‘perspectiva social’ de la UE, al menos por el momento, con temas como el empleo, la igualdad y la sanidad perdiendo relevancia. Las prioridades del grupo socialdemócrata se ven diluidas en un enfoque más centrado en el poder duro, un concepto que ha ganado fuerza en los últimos años.
Este giro refleja la influencia de los países bálticos, que priorizan la defensa, la industria y la competencia con China y Estados Unidos. En este contexto, el Green Deal queda relegado, mientras la UE empieza a pensar menos en sus asuntos internos y más en su papel en el mundo.
El nombramiento de Teresa Ribera
El pasado 17 de septiembre, la presidenta de la Comisión de la UE, Ursula von der Leyen ha anunciado los nombres de los nuevos comisarios del Ejecutivo comunitario, entre los cuales la española Teresa Ribera ocupará uno de los cargos más importantes. La socialista ha sido nombrada vicepresidenta ejecutiva, encargada de las áreas de Competencia y Transición Verde, lo que la sitúa en una posición clave dentro de la nueva Comisión Europea.
La todavía vicepresidenta tercera española, reconocida en Europa por su negociación para lograr la «excepción ibérica» tras la guerra de Ucrania y por su papel en las cumbres del clima, asumirá esta importante cartera a partir del próximo 1 de noviembre, cuando arranca oficialmente el mandato del recién anunciado Colegio de Comisarios.
Sus funciones serán, tal como ha anunciado von der Layen, las de conseguir “una transición limpia, justa y competitiva”, así como de “la política de la competencia”.