La explosión de miles de dispositivos ‘buscapersonas’ pertenecientes al partido-milicia de Hezbolá en el Líbano y Siria ha dejado al menos nueve muertos y alrededor de 2.800 heridos. Este ataque ha sido atribuido a Israel, según fuentes libanesas. No obstante, por el momento, ninguna autoridad israelí ha reconocido la autoría de este ataque sin precedente.
La explosión tuvo lugar alrededor de las 15.30 de la tarde. En este momento comenzaron a explotar de forma simultánea miles de dispositivos ‘buscas’, aparato que se encuentra en desuso desde hace varias décadas. Los ‘buscas’ aparecen en la década de los 50 en Estados Unidos con el fin de que los policías pudieran localizarse y estar en contacto utilizando señales de radio, antes de que existieran los teléfonos móviles.
Al principio de su comercialización, éstos únicamente mandaban notificaciones para que el receptor del mensaje llamase a la primera persona; pero con el paso del tiempo estos dispositivos permitían mandar mensajes de texto muy breves. Con la llegada de los teléfonos móviles, dejaron de utilizar los ‘buscas’, aunque hay ciertos sectores que sí los utilizan, como son los hospitales y las empresas de seguridad, debido a que se pueden mandar mensajes en zonas donde no hay cobertura.
Hay que destacar que los ‘buscas’ utilizan señales radio para enlazar un centro de control con el destinatario, lo cual los hace más seguros que las redes de telefonía. Es por este motivo que los milicianos de Hezboláh utilizan este tipo de dispositivos. Por otro lado, se ha conocido que los aparatos que explotaron pertenecen a un modelo en específico que únicamente utilizan los milicianos proiraníes.
La empresa fabricante de los ‘buscas’ niega su participación
Según ha trascendido en diferentes medios, hay indicios de que estos aparatos han podido ser manipulados, con el fin de que la batería alcanzara temperaturas altas y explotara al recibir un mensaje en concreto que estaba programado. Lo llamativo de este ataque, es que la batería de los ‘buscas’ es de tamaño muy reducido, por lo que ha sorprendido los graves daños que han dejado. Se baraja también la posibilidad de que pudieran llevar incorporado algún explosivo para potenciar su efecto letal.
La empresa encargada de fabricar estos dispositivos es ‘Gold Apollo’, Taiwan. Ésta ya ha negado su total participación en la fabricación de los dispositivos que se utilizaron en la explosión en el Líbano y Siria. Gold Apollo’ ha mandado un comunicado en que señalan que: “Según el acuerdo, autorizamos a BAC a usar nuestra marca registrada para la venta de productos en regiones específicas, pero el diseño y la fabricación de los productos son manejados íntegramente por BAC”
Así mismo han descartado su participación de manera total: “Nosotros solo proporcionamos la autorización de la marca registrada y no estamos involucrados en el diseño ni en la fabricación de este producto. Siempre nos adherimos a las regulaciones pertinentes y mantenemos una cooperación transparente y conforme con nuestros socios”.