La administración de Donald Trump salió al cruce de un reporte de Politico que aseguraba que la Casa Blanca estaría evaluando eliminar las sanciones impuestas al gasoducto Nord Stream 2 y a otros activos energéticos rusos en Europa como parte de una eventual negociación de paz con Ucrania.
“Eso es totalmente falso. Jamás hemos discutido el levantamiento de sanciones en el marco de un acuerdo de paz”, afirmaron el secretario de Estado, Marco Rubio, y el representante especial de Trump, Steve Witkoff, mediante un comunicado conjunto. Ambos funcionarios calificaron la publicación como “una invención irresponsable” y tildaron al medio estadounidense de ser “de quinta categoría”, añadiendo que “si les quedara algo de rigor periodístico, retirarían por completo ese relato ficticio”.
El artículo de Politico, basado en testimonios de cinco fuentes con conocimiento directo del asunto, sostenía que se estaba analizando reactivar el proyecto Nord Stream 2. Una de esas fuentes aseguró que Witkoff ha mencionado en varias ocasiones la posibilidad de aliviar las restricciones vinculadas al sector energético, aunque reconoció que la propuesta no ha ganado tracción dentro del entorno presidencial, en parte debido a la férrea oposición de Rubio. “Aún no está en el horno, pero los ingredientes ya están sobre la mesa”, comentó un funcionario del gobierno estadounidense.
El gasoducto fue blanco de sanciones durante el primer mandato de Trump, en 2019. Más tarde, bajo la presidencia de Joe Biden, esas sanciones fueron suspendidas brevemente antes de ser reactivadas tras la invasión rusa a Ucrania en 2022. Un eventual reinicio del flujo de gas por Nord Stream 2 podría traducirse en enormes ingresos para Rusia, siempre y cuando los países de la Unión Europea decidan retomar la importación de gas ruso, algo que por ahora parece improbable.
Ambos gasoductos, Nord Stream 1 y 2, sufrieron daños significativos en un atentado ocurrido en septiembre de 2022. Aún persisten múltiples hipótesis sobre los autores intelectuales y materiales. El periodista de investigación Seymour Hersh afirmó que el ataque fue ejecutado por EE.UU. con apoyo noruego, revelación que hizo en una entrevista con el Berliner Zeitung en febrero de 2023. En contraste, destacados reporteros alemanes apuntan a los servicios de inteligencia ucranianos como responsables del sabotaje. Sin embargo, en agosto de 2024, altos funcionarios en Kiev calificaron como “absurdas” las acusaciones publicadas por el Wall Street Journal, que sugerían que el plan fue autorizado por el propio gobierno ucraniano.