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Donald Trump ha anunciado que cerrará la frontera con México el próximo 20 de enero, fecha en que asumirá nuevamente la presidencia de Estados Unidos. Así lo informó su asesor senior, Jason Miller, quien explicó que el presidente electo planea emitir un decreto con «impacto» en ese sentido, sin entrar en detalles.
No queda claro si el cierre será completo, afectando el intercambio de mercancías que sostiene una de las mayores rutas comerciales del mundo, o si se restringirá al tránsito de personas en los pasos fronterizos. Esta ambigüedad recuerda la frase recurrente entre los seguidores de Trump de que sus declaraciones deben tomarse «seriamente, pero no literalmente», lo que plantea dudas sobre cuáles de sus promesas realmente llevará a cabo.
Prioridad absoluta a la lucha contra la inmigración ilegal
A pesar de las dudas, algo es seguro: la administración Trump priorizará la lucha contra la inmigración irregular. Durante una entrevista con la cadena NBC, el presidente electo reafirmó sus planes de deportaciones masivas, describiéndolos como «la mayor deportación en la Historia de Estados Unidos». Trump también señaló que el costo económico de esta operación es secundario: «No tenemos otra opción«, afirmó, refiriéndose a los crímenes que, según él, han cometido los inmigrantes. Esto contradice las estadísticas, que muestran que los inmigrantes, legales e ilegales, presentan menores tasas de delincuencia que los ciudadanos estadounidenses.
Secretario de Estado: Rubio y Grenell como posibles opciones
En el escenario de posibles nombramientos para cargos clave, Marco Rubio, senador por Florida, se perfila como candidato a secretario de Estado. Rubio, visto como una opción cercana al establishment estadounidense, mantendría una postura firme con Cuba y Venezuela, pero es partidario de preservar las alianzas de EE. UU. en el exterior, algo que podría tranquilizar a los líderes europeos. Sin embargo, también compite para el cargo Richard Grenell, exembajador en Alemania, cuya gestión fue polémica por sus repetidas críticas al gobierno de Angela Merkel y su apoyo a líderes conservadores en Europa. Si Grenell no ocupa el cargo de secretario de Estado, se espera que juegue un papel de asesor en el Consejo de Seguridad Nacional, posiblemente a cargo de temas de negociación con Rusia.
Otros candidatos al Gabinete: Miller y Cannon
Para el puesto de fiscal general, se baraja el nombre de Stephen Miller, conocido por su enfoque ultranacionalista en temas migratorios y su rol en la política de separación de familias inmigrantes en 2018. Aunque su nombramiento podría enfrentar resistencia en el Senado, Miller es considerado el principal arquitecto de las políticas de inmigración en una administración Trump. También se menciona a Aileen Cannon, la jueza de Florida que desestimó el caso contra Trump relacionado con secretos de Estado; su nominación al Departamento de Justicia sería vista como un gesto de gratitud.