Hale Gönültaş, una periodista especializada conocida por sus investigaciones pioneras sobre las complejas actividades financieras y operativas de ISIS, ha revelado una vez más un desarrollo preocupante. Su último informe expone la liberación de la custodia turca de 18 sospechosos acusados de financiar a ISIS a través de transferencias multimillonarias realizadas a través de Turquía. Su meticulosa labor sigue arrojando luz sobre los desafíos de la lucha contra la financiación del terrorismo.
La semana pasada, 18 personas acusadas de financiar a ISIS y facilitar transferencias de dinero multimillonarias entre Turquía y Siria fueron liberadas debido a lo que las autoridades turcas calificaron de «pruebas insuficientes». Los sospechosos habían sido acusados de «pertenencia a una organización terrorista» y «financiación del terrorismo», y cada uno se enfrentaba a penas de entre 15 y 42 años de prisión. El presidente del Colegio de Abogados de Estambul, İbrahim Kaboğlu, criticó duramente la decisión del juez del tribunal en cuestión, planteando preguntas sobre la posible ilegalidad y la naturaleza antijudicial del proceso, lo que implica que la política había influido en la decisión.
Complejas estructuras societarias de financiación del ISIS a través de Turquía
El caso, basado en una extensa acusación, puso de relieve cómo se utilizaron seis empresas fachada que operaban en el turismo y la joyería para encubrir transacciones ilegales. Los fondos ilícitos, que superan los mil millones de liras (equivalentes a 28,4 millones de dólares), apoyaron las operaciones de ISIS entre 2017 y 2023. Un sistema financiero encubierto conocido como Hawala permitió estas transacciones, a través de grupos de WhatsApp que usaban etiquetas como «caridad» y «donaciones».
La acusación también reveló que se habían enviado fondos a traficantes de personas en el norte de Siria para ayudar a escapar de los campos de detención a mujeres y niños afiliados a ISIS. Entre los sospechosos, el ciudadano sirio Imad Machnouk emergió como una figura clave, propietario de empresas vinculadas a operaciones de lavado y financiación de ISIS. Machnouk sigue bajo custodia, con su juicio programado para febrero de 2025, pero su solicitud de ciudadanía turca, respaldada por un depósito de 500.000 dólares, ha levantado las sospechas.
La liberación de los sospechosos coincide con la escalada de las operaciones militares de Turquía contra las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) en el norte y el este de Siria. Las FDS, un aliado clave y tropas sobre el terreno en la Coalición Global para Derrotar al Daesh (ISIS), liderada por Estados Unidos, han sido fundamentales para desmantelar las redes de ISIS y mantener la estabilidad regional. Sin embargo, los ataques de Ankara contra las regiones gobernadas por la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES), liderada por los kurdos, han desviado recursos críticos de las misiones antiterroristas, debilitando los esfuerzos de la coalición.
«Mientras el mundo lucha contra ISIS, la agresión de Turquía contra las regiones kurdas socava los esfuerzos colectivos para eliminar las redes terroristas», dijo un portavoz de las FDS. Los observadores internacionales advierten que la continua inestabilidad en el noreste de Siria podría permitir a ISIS reagruparse y fortalecer su posición en la región.
Miedo a un resurgimiento del ISIS en Siria
Los acontecimientos han reavivado las preocupaciones sobre el enfoque de Turquía hacia la financiación del terrorismo y sus políticas más amplias en Siria. La inclusión de Turquía en 2021 en la lista gris del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) puso de manifiesto sus deficiencias a la hora de abordar el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo. Aunque el país fue retirado de la lista gris a mediados de 2024 después de implementar reformas, la liberación de los financiadores de ISIS plantea interrogantes.
Las potencias mundiales han instado a Turquía a priorizar su papel en la coalición anti-ISIS y a detener su agresión contra las regiones lideradas por los kurdos. «La comunidad internacional debe abordar las acciones de Turquía, que ponen en peligro tanto la estabilidad regional como los esfuerzos globales de lucha contra el terrorismo», señaló un representante de la coalición.