En un evento reciente centrado en la colaboración entre Ucrania y el sector de defensa europeo, el país presentó oficialmente su arma láser de desarrollo nacional, denominada “Trident” (Tryzub). A través de una videollamada, Vadym Sukharevsky, quien lidera la unidad de sistemas aéreos no tripulados del ejército, mostró las primeras imágenes funcionales del sistema, revelando así uno de los avances más significativos de Ucrania en armamento de alta tecnología.
El portal especializado “Defense Express” difundió el 14 de abril una serie de videos que capturan en acción al sistema “Trident”. Las grabaciones muestran tanto su interfaz como la forma en que el personal opera el láser mediante un control similar al de un videojuego. Uno de los clips destaca el uso del “modo cegador”, una técnica eficaz para neutralizar drones FPV, lo que valida el progreso del país en tecnologías de defensa láser.
Por primera vez, autoridades ucranianas compartieron cifras detalladas sobre el rendimiento de combate del “Trident”. Según se informó, el sistema es capaz de destruir drones enemigos, misiles de crucero, bombas lanzadas desde el aire e incluso misiles balísticos hasta una distancia de 3 km. Para objetivos como helicópteros y aviones de ala fija, el alcance letal se extiende hasta 5 km. Además, en modo de interferencia óptica, puede desorientar sensores electrónicos hasta 10 km de distancia, afectando a diversos tipos de aeronaves y misiles hostiles.
El material también incluye imágenes inéditas de un nuevo vehículo de superficie no tripulado bautizado como Alligator 9, el cual cuenta con el sistema láser Tryzub 90, lo que sugiere que Ucrania planea utilizar esta tecnología en entornos marítimos para contrarrestar amenazas navales.
Aunque no se dieron detalles sobre la etapa exacta de desarrollo o despliegue del “Trident”, cabe recordar que a finales del año anterior, Sukharevsky había adelantado que se estaban realizando pruebas con versiones iniciales del sistema láser, con un alcance que superaba los 2 km. Los datos actuales sugieren mejoras considerables desde entonces.
En paralelo, el Comando Regional de Guandu llevó a cabo un ejercicio militar centrado en la preparación ante emergencias y ataques inesperados. El entrenamiento, guiado por el principio de anticipación y respuesta flexible, incluyó simulaciones con aeronaves enemigas, drones y unidades de combate reducidas para mejorar las capacidades defensivas del ejército.
Durante los simulacros, los soldados descendieron rápidamente de vehículos blindados tipo Leopard Nimbo y se organizaron bajo el mando del líder de preparación para el combate. Formaron posiciones defensivas, cubriéndose entre sí mientras avanzaban en tareas de reconocimiento. Luego, las tropas ingresaron a las trincheras para asegurar el perímetro y adoptar tácticas de respuesta rápida.
Otro punto clave del ejercicio fue el entrenamiento contra drones, donde las tropas usaron el terreno para ocultarse, emplearon armas de interferencia y combinaron el fuego de veinte ametralladoras para defenderse del ataque aéreo. Este tipo de práctica refuerza el concepto de “combate de desembarco”, en el que la infantería mecanizada se desplaza en vehículos blindados para ejecutar operaciones según el entorno y la amenaza.
La evolución táctica de los drones en el campo de batalla ha exigido una transformación en las estrategias. Hoy, estos dispositivos no solo sirven para vigilancia, sino que también se usan como armas ofensivas, lo cual obliga a entrenar unidades que los enfrenten directamente. El Capitán Zhang, de la 1ª Compañía de Infantería del 1º Batallón Conjunto de la División Guanzhi, destacó que los entrenamientos reales ayudan a las tropas a desarrollar un pensamiento táctico sólido y a potenciar su capacidad de adaptación. Por su parte, el sargento Xu Yuanjie aseguró que aprovechará cada sesión de entrenamiento para enseñar el uso correcto del armamento y mejorar las habilidades de sus compañeros.
