Imagen: Un automóvil de un agricultor local, dañado por un bombardeo en la zona rusa de Kursk. EFE
La ofensiva ucraniana en la provincia rusa de Kursk prosigue con un gran número de tropas, blindados y armamento implicados, mientras Rusia consolida sus avances en el frente oriental. En concreto, en la región ucraniana de Donbás, las alarmas han saltado por el rápido avance ruso sobre la ciudad de Pokrovsk, una base clave de las defensas de las tropas de Kiev en la provincia de Donetsk.
El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Oleksandr Sirski, afirmó el pasado viernes que las tropas ucranianas han logrado avanzar entre uno y tres kilómetros en algunos puntos de la región rusa fronteriza de Kursk.
«Nuestros grupos ofensivos siguen en combate. En algunas áreas hemos realizado avances de entre uno y tres kilómetros», informó al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, según puede verse en un vídeo publicado por este último en redes sociales.
Los recursos militares ucranianos invertidos en la operación de toma de territorio ruso son excepcionales, con compañías de por lo menos 12 brigadas mecanizadas y de asalto, docenas de blindados de la OTAN y miles de tropas. Las Fuerzas Armadas de Ucrania siguen avanzando, aunque más lentamente que al inicio de la ofensiva, el 6 de agosto, adentrándose ahora en territorio enemigo unos dos kilómetros por día, según ha asegurado Oleksandr Sirski, el jefe del ejército.
La cúpula militar ucrania afirma que tienen el control de más de 80 localidades, la mayoría pequeñas aldeas, en un territorio de más de 1.000 kilómetros cuadrados. Sirski anunció el jueves que se ha creado una administración militar para los territorios rusos ocupados, “para mantener la ley y el orden, y garantizar las necesidades de la población”. El general Eduard Moskaliov estará al frente de esta comandancia.
Ucrania no prevé abandonar suelo ruso
Los esfuerzos destinados en Kursk y el hecho de que ya se están levantando líneas de defensa indican que Kiev no tiene intención de abandonar suelo ruso en el corto plazo, ya que el operativo puede servir de recurso para las futuras negociaciones con Moscú para terminar el conflicto. Otro objetivo es que sea un factor de desestabilización político y de descontento contra el presidente ruso, Vladímir Putin.
«Necesitamos infligir a Rusia importantes derrotas tácticas. En la región de Kursk podemos ver claramente cómo se está utilizando la herramienta militar de manera objetiva para persuadir a Rusia de que inicie un proceso de negociación justo», escribió en X Mijailo Podoliak, consejero del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.
Para las autoridades de Kiev, una paz justa incluye la retirada de las tropas rusas de Ucrania y el restablecimiento de la integridad territorial del país en sus fronteras internacionalmente reconocidas.
Mientras, un portavoz militar ruso citado por la agencia TASS ha denunciado que un ataque ucraniano contra un puente de la región rusa de Kursk impide la evacuación de la población de la zona. «Confirmamos que el enemigo golpeó el puente en el río Seim. Parte del distrito Glushovski no podrá ser evacuada por vía terrestre», dijo la fuente.