Un informe del Comando de Entrenamiento y Doctrina del Ejército de Estados Unidos titulado «El entorno operativo 2024-2034. Operaciones de combate a gran escala» detalla las pérdidas de tanques rusos en la guerra con Ucrania. Según el informe, los ataques ucranianos han sido altamente efectivos, principalmente utilizando misiles antitanque guiados como los Javelin y NLAW, junto con drones armados suministrados por países occidentales.
Estos ataques, enfocados en las áreas más vulnerables de los tanques rusos, han causado un impacto significativo en las fuerzas rusas.
El informe ofrece cifras oficiales inéditas sobre los tanques rusos destruidos por Ucrania. Según la investigación, Ucrania ha empleado eficazmente sistemas portátiles de defensa aérea (MANPADS), misiles guiados antitanque y drones FPV combinados con fuego para atacar las fuerzas rusas.
Los MANPADS, que utilizan misiles tierra-aire con tecnología infrarroja, son especialmente peligrosos debido a su efectividad en altitudes entre 3,000 y 4,800 metros. Estos sistemas han sido clave para debilitar la maquinaria militar rusa.
La incursión sorpresa de Ucrania en la región de Kursk, Rusia, ha alterado los planes del Kremlin. Este ataque, realizado a inicios de agosto, involucró a unos 300 soldados ucranianos apoyados por 11 tanques y más de una docena de vehículos blindados, enfrentando poca resistencia de la guardia fronteriza rusa. Esta operación representa un golpe significativo para Moscú, ya que evidencia la vulnerabilidad en sus propias fronteras. Putin ha acusado a Occidente de orquestar la ofensiva y ha endurecido su discurso, disminuyendo las perspectivas de negociación. La región de Kursk ya había sido objetivo de ataques con drones en meses anteriores.