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El presidente de Bangladesh, Shahabuddin, ha nombrado al economista y premio Nobel de la Paz, Muhammad Yunus, como jefe interino del Gobierno. Esta decisión sigue a la salida del país de la anterior primera ministra, Sheij Hasina, en medio de una intensa ola de protestas sociales que ha dejado más de 300 muertos.
Aceptación del cargo por parte del economista
Conocido como ‘el banquero de los pobres’, Yunus había mostrado su disposición a liderar una fase de transición a petición de los movimientos estudiantiles. El nombramiento fue confirmado por el presidente tras una reunión con los coordinadores de estos movimientos, según informó el ‘Dhaka Tribune’.
Declaraciones del nuevo primer ministro
En declaraciones previas a la oficialización de su nombramiento, Yunus explicó: «Cuando me contactaron en nombre de los estudiantes, al principio no acepté«. Sin embargo, después decidió aceptar la invitación de los manifestantes. «Si los estudiantes y la gente del país pueden sacrificar tanto, entonces yo también tengo cierta responsabilidad«, afirmó Yunus, según el ‘The Daily Star’.
Contexto de las protestas en el país
Las protestas en Bangladesh, que inicialmente se centraron en el sistema de cuotas que reserva el 30% de los empleos públicos para los hijos de veteranos de la guerra de la Independencia, han evolucionado en un desafío directo al gobierno de Hasina, quien ha huido a la India. En las últimas horas, la crisis ha causado al menos 18 muertos y cientos de heridos.
Situación actual del premio Nobel
Yunus, actualmente en el extranjero para recibir tratamiento médico y también invitado por el Comité Olímpico para asistir a los Juegos de París, enfrenta un complejo escenario. En enero, fue condenado a seis meses de cárcel por violar leyes laborales, pero está en libertad condicional. Yunus recibió el Nobel de la Paz en 2006 por su trabajo con el Banco Grameen, cuya iniciativa de microcréditos sin intereses ha ayudado a millones de personas a salir de la pobreza en Bangladesh.
El nuevo jefe interino del gobierno tiene la tarea de calmar el malestar social y restablecer la estabilidad en un país profundamente afectado por la crisis política. Yunus deberá abordar tanto las demandas iniciales de los manifestantes como el descontento generalizado que ha surgido contra el gobierno de Hasina.
