Imagen: cartel del colegio Abundant Life I The Associated Press
Estados Unidos se vuelve a manchar de sangre. Un tiroteo ocurrido en una escuela cristiana de primaria y secundaria en Madison, Wisconsin, ha sacudido a la nación. Una joven de 15 años, identificada como Natalie Rupnow, conocida también como Samantha, abrió fuego con una pistola, matando a un maestro y a una adolescente antes de suicidarse. Según informó la policía, el ataque dejó además seis heridos, dos de ellos estudiantes en estado crítico.
El incidente tuvo lugar el lunes alrededor de las 11 de la mañana en una sala de estudio ocupada por estudiantes de secundaria, mientras el resto de la escuela continuaba con sus actividades. La alerta inicial la dio un niño de segundo grado, quien llamó al teléfono de emergencias para reportar lo sucedido.
Respuesta policial rápida y eficaz
Agentes de la policía de Madison, que estaban entrenando a pocos kilómetros del lugar, llegaron a la escuela en menos de cinco minutos. Su pronta intervención contrasta con la respuesta tardía en la tragedia de Uvalde, Texas, en 2022, donde las fuerzas de seguridad demoraron más de una hora en actuar.
El jefe de policía local, Shon Barnes, informó que la escena del ataque se limitó a la sala de estudio. Allí encontraron el cuerpo sin vida de la atacante, quien al parecer se quitó la vida tras perpetrar los disparos.
Un caso inusual: mujeres en tiroteos masivos
El tiroteo en Madison resalta por la baja incidencia de autoría femenina en este tipo de ataques. Según estadísticas del FBI, entre 2000 y 2018, de los 250 tiroteos masivos registrados en Estados Unidos, solo nueve fueron cometidos por mujeres.
No obstante, este incidente es ya el tiroteo número 83 en lo que va de 2024, superando los registros del año anterior. De estos, más de 50 han ocurrido en escuelas primarias y secundarias, subrayando la alarmante vulnerabilidad de los centros educativos.
Escuela en duelo: la comunidad busca respuestas
Abundant Life, una institución privada con 420 estudiantes desde preescolar hasta secundaria, estaba en plena semana de celebraciones navideñas al momento del ataque. Tras el tiroteo, padres y alumnos fueron trasladados a un centro de reunificación y apoyo psicológico. Barbara Wiers, directora de relaciones escolares, destacó la calma con la que los estudiantes siguieron los protocolos de seguridad.
Un problema persistente en Estados Unidos
El ataque en Madison reabre el debate sobre la seguridad en las escuelas estadounidenses, que siguen siendo un blanco frecuente de violencia armada. Tragedias como la de Sandy Hook en 2012, con 26 víctimas, o la de Uvalde en 2022, evidencian la dificultad del país para detener esta crisis, a pesar de los esfuerzos en legislación y protocolos de seguridad.