Fotografía: prisión de El Helicoide, famosa por los malos tratos que se producen en su interior
El Comité por la Libertad de los Presos Políticos, una ONG que vela por los derechos de los detenidos en Venezuela, informó que este viernes 3 de enero se inició una huelga de hambre en dos centros de reclusión del país. La protesta involucra a tres presos del Internado Judicial de Carabobo (Tocuyito) y a 40 detenidos en el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), en El Helicoide, quienes exigen su liberación inmediata.
La huelga comenzó con Héctor Esqueda, detenido en Tocuyito, quien tomó la iniciativa para reclamar su libertad. Poco después, se le unieron dos presos políticos, ambos arrestados en el contexto poselectoral, como muestra de solidaridad y resistencia frente a las injusticias. Según denuncias, hace tres días se prometió la excarcelación de varias personas, pero las liberaciones aún no se han concretado, lo que motivó la protesta.
Esqueda, arrestado el pasado 3 de agosto en una estación de servicio en San Carlos, Cojedes, fue interceptado inicialmente por la Guardia Nacional y posteriormente por funcionarios de la División Contra la Delincuencia Organizada de la PNB. Se le acusa de terrorismo e incitación al odio, cargos que, según el Comité, forman parte de un patrón sistemático de persecución política.
La ONG denuncia que los presos políticos enfrentan constantes atropellos, tratos crueles, inhumanos y degradantes en las cárceles del régimen. Además, responsabilizan al Estado venezolano de garantizar la vida, integridad física y psicológica de todos los detenidos bajo su custodia. Subrayaron que las autoridades deben responder por las graves violaciones de derechos humanos que han sido documentadas en estos casos.
El Comité instó al gobierno de Nicolás Maduro a atender de manera urgente la situación de los presos políticos, poner fin a estas arbitrariedades y respetar los derechos fundamentales de los detenidos. Asimismo, hicieron un llamado a la comunidad internacional para que no permanezca indiferente ante estas violaciones, recalcando la necesidad de presionar por soluciones que garanticen justicia y libertad para los encarcelados.