El régimen chavista ha reaccionado con indignación luego de que el Congreso de España aprobara una propuesta para que el Gobierno español reconozca a Edmundo González, candidato opositor venezolano exiliado en ese país, como presidente legítimo de Venezuela.
En una sesión especial de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, presidente del Parlamento venezolano y figura clave del gobierno de Nicolás Maduro, condenó enérgicamente la decisión y solicitó que se vote una resolución que inste a romper las relaciones con España. Rodríguez exigió la ruptura inmediata de los vínculos diplomáticos, comerciales y consulares entre ambos países, incluso solicitando la suspensión de vuelos entre Venezuela y España.
La postura del chavismo
Rodríguez calificó de «tragicomedia» el reconocimiento otorgado al opositor González, quien asegura haber ganado las elecciones con el 67% de los votos. En contraste, Nicolás Maduro fue proclamado presidente por el Consejo Nacional Electoral (CNE) sin haber presentado resultados completos, a más de un mes de las elecciones. «Estamos ante un caso en el que la historia se repite como tragedia y ahora como tragicomedia», señaló Rodríguez, criticando lo que considera una grave injerencia política y diplomática.
El exilio de González y el papel de España
González Urrutia obtuvo asilo en España después de refugiarse durante un mes en la embajada de Países Bajos en Caracas, debido a una orden de captura en su contra por cargos que incluyen conspiración y falsificación de documentos, los cuales, según la oposición, carecen de pruebas. Tras su llegada a Madrid, el fiscal chavista Tarek William Saab anunció el cierre del caso contra González. Este gesto, sin embargo, no ha suavizado las tensiones.
España en el centro de la crisis venezolana
Hasta este momento, el Gobierno español había mantenido un perfil bajo en la crisis política venezolana, pero el asilo concedido a González lo ha situado nuevamente en el foco internacional. España se ha alineado con países latinoamericanos como Brasil, Colombia y México, que llevan semanas instando a Maduro a aceptar los resultados electorales y negociar con la oposición. Aunque Maduro ha intentado dar por concluido el tema con la salida de González al exilio, la reciente decisión del Congreso español ha exacerbado el conflicto con Caracas.
Maduro modera su discurso
A pesar del tenso ambiente, Maduro suavizó su habitual retórica agresiva hacia González, deseándole suerte en su nueva vida. Sin embargo, la propuesta aprobada en el Congreso español ha desatado la ira del chavismo. En un acto transmitido por televisión, Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez que contacte a su homólogo español y le recuerde la independencia de Venezuela de España y del resto del mundo, invocando el espíritu de Simón Bolívar.
El reconocimiento en suspenso
La decisión del Congreso de España no es vinculante. El Gobierno español aún no ha tomado una posición oficial, asegurando que su decisión se coordinará con los demás países de la Unión Europea, que siguen exigiendo a Maduro la presentación de las actas que confirmen su victoria. La iniciativa para reconocer a González fue promovida por el Partido Popular (PP) con apoyo de otras formaciones políticas, logrando la mayoría necesaria, mientras el presidente español, Pedro Sánchez, se encontraba de visita oficial en China.