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Lo más relevante de la semana en la Asamblea General de la ONU podría estar ocurriendo fuera de la propia organización. El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, después de dirigirse a los líderes mundiales en la ONU, tiene programado un viaje a Washington. Allí se reunirá con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, así como con los principales candidatos a sucederlo: la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump.
Antes de llegar a la capital estadounidense, el presidente ucraniano dio un paso simbólico que evitaba hasta ahora: alinearse con Harris. Este gesto se evidenció el lunes, cuando el mandatario ucraniano visitó Scranton. Durante su visita, recorrió una fábrica de General Dynamics, empresa que produce los obuses de 155 milímetros que se envían a Ucrania. El mensaje implícito de esta parada es claro: la ayuda militar a Ucrania genera empleos y dinamiza la economía de Estados Unidos, un punto que la administración Biden no había logrado comunicar eficazmente hasta ahora.
La política exterior en el campo de batalla electoral
La visita de Zelenski a Scranton también tiene implicaciones políticas, ya que Pensilvania es un estado clave que Harris debe ganar en las elecciones de noviembre. El ucraniano, consciente del apoyo popular a Donald Trump en las zonas rurales de ese estado, parece estar subrayando que la política exterior y de defensa del presidente estadounidense no solo beneficia a Ucrania, sino también a la economía estadounidense.
Además, en una entrevista reciente con el New Yorker, criticó duramente a JD Vance, compañero de fórmula de Trump, llamándolo «demasiado radical» por su postura hacia la guerra en Ucrania. Vance ha propuesto un plan de paz que permitiría a Rusia mantener los territorios ocupados y bloquearía la entrada de Ucrania en la OTAN, lo cual calificó de «inaceptable» y comparó con las concesiones previas a Adolf Hitler en la Segunda Guerra Mundial.
La compleja relación con Trump
Aunque está prevista una reunión entre el presidente de Ucrania y el republicano, aún no se ha concretado una fecha. El expresidente ha expresado en varias ocasiones su admiración por Vladimir Putin y ha asegurado que podría poner fin a la guerra en «24 horas». Zelenski, sin embargo, se muestra escéptico, afirmando que Trump no tiene una solución real para el conflicto, aunque crea que sí.
El objetivo principal de su visita a Washington será presentar su plan para finalizar la guerra, el cual probablemente implique más ayuda militar occidental y mayores libertades para atacar territorio ruso. Aunque los detalles del plan aún no se conocen, la reciente destrucción de grandes arsenales en Rusia indica una intensificación de la ofensiva ucraniana.