El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, rechazó categóricamente la propuesta de considerar la ayuda estadounidense como una deuda que su país tendría que pagar con derechos mineros, justo antes del tercer aniversario de la invasión rusa. En una rueda de prensa en Kiev, Zelensky aseguró que él y el presidente de EE. UU., Joe Biden, habían acordado que la asistencia proporcionada por Washington “no debía ser considerada un préstamo, sino un regalo”, subrayando que Ucrania no tiene ninguna deuda con Estados Unidos.
Por su parte, el expresidente Donald Trump ha insistido en reiteradas ocasiones en que EE. UU. ha enviado cerca de 350.000 millones de dólares en ayuda a Ucrania y ha exigido a cambio derechos sobre minerales críticos y tierras raras del país. Sin embargo, según cifras del Departamento de Defensa de EE. UU., el monto real aprobado por el Congreso durante la presidencia de Biden es de aproximadamente 183.000 millones de dólares, de los cuales más de 65.000 millones están destinados a la compra de armas dentro de Estados Unidos para reponer las enviadas a Ucrania.
A pesar de la postura pública de Zelensky, algunos indicios recientes sugieren que Ucrania podría estar negociando con EE. UU. un acuerdo sobre los derechos mineros. La semana pasada, el general retirado Kellogg, enviado especial de Trump, visitó Kiev durante tres días para discutir cuestiones clave con Zelensky y su gobierno. Según el New York Post, antes de su partida, la oficina presidencial ucraniana informó que Zelensky había accedido a iniciar negociaciones sobre los derechos mineros, en un intento por atender la misión de Kellogg y traer buenas noticias para Trump. Ese mismo día, el ministro de Economía ucraniano, Shiveri Cenko, y el jefe de la Oficina Presidencial, Andriy Yermak, sostuvieron conversaciones telefónicas con representantes de EE. UU. para avanzar en los detalles del acuerdo.
No cesión de los activos mineros
Zelensky reconoció al New York Post que, aunque es consciente de que el acuerdo sobre derechos mineros podría interpretarse como una forma de garantía de seguridad—debido al interés de Estados Unidos en proteger a Ucrania si tiene activos mineros en su territorio—, dejó claro que tales acuerdos deben formalizarse por escrito, no solo de manera verbal. “Estados Unidos lo ve como parte de una garantía de seguridad, y espero que sea así, pero debe estar documentado”, explicó.
Además, Zelensky reveló que altos funcionarios del gobierno estadounidense, como el secretario del Tesoro, Bessant, el secretario de Estado, Rubio, y el vicepresidente Vance, le han presentado argumentos similares. No obstante, el presidente ucraniano subrayó que cualquier tipo de garantía debe estar respaldada por documentos oficiales. “Trump no estará en el poder para siempre. Necesitamos una paz duradera, no soluciones temporales”, afirmó, insistiendo en que Ucrania requiere un apoyo internacional sólido y a largo plazo.
Por otro lado, el jefe de la Dirección Principal de Inteligencia de Ucrania, Kyrylo Budanov, declaró que Rusia necesita urgentemente un alto el fuego para reponer sus fuerzas económicas y militares afectadas por la guerra, pero recalcó que Ucrania no tiene una necesidad inmediata de frenar sus defensas. Budanov explicó que un alto el fuego beneficiaría a Rusia, dándole tiempo para reagruparse y prepararse para una nueva fase de la agresión. Zelensky, por su parte, fue tajante al afirmar que no firmará acuerdos que no sean beneficiosos para Ucrania, como un alto el fuego sin garantías de seguridad claras. “No confiamos en ellos”, concluyó.