Taylor Swift ha llegado al Paseo de la Castellana, conmocionando la zona y atrayendo a numerosos fans que se congregan alrededor del estadio Santiago Bernabéu a la espera de los dos conciertos previstos para hoy miércoles y mañana. La avenida principal de Madrid se ha transformado en una gran fan zone.
El fenómeno swiftie, que ha conquistado más de 10 países con 92 conciertos, se manifestó en la capital española con cuatro pioneros que comenzaron a acampar el pasado domingo en la puerta 46 del estadio. La fiebre se ha intensificado con la apertura de las carpas de merchandising de la estrella del pop.
La locura por los souvenirs de Taylor
Ayer a las 10 de la mañana, cientos de personas se agolparon en los tres puntos de venta de souvenirs de The Eras Tour: uno en la tienda del Real Madrid y los otros dos en carpas blancas estratégicamente ubicadas, una de ellas destinada exclusivamente a los que compraron el pase VIP.
La avenida se tiñó de beige y negro con las camisetas y sudaderas oficiales de los swifties que ya habían conseguido sus productos favoritos. “Es caro, pero no más que los precios de otros artistas“, defiende una fan, argumentando que, aunque los precios oscilan entre los 35 euros por un bolso, 45 por una camiseta y 80 por una sudadera, es una buena inversión.
Una acampada a los pies del Bernabéu
La acampada, inicialmente un asentamiento ilegal en un bordillo del Bernabéu, se ha reubicado en zonas específicas colindantes con el estadio, como aceras y parques infantiles, gracias a la intervención del Ayuntamiento de Madrid, que cedió terrenos a los organizadores del concierto.
En el suelo se pueden ver líneas fucsias hechas con cinta adhesiva para marcar los lugares donde deben establecerse los fans, además de señales con los nombres de las áreas donde se ubicarán una vez dentro del estadio para el concierto.

Quejas por parte de los vecinos
Sin embargo, mientras algunos celebran el regreso de la cantante a España después de 13 años, los vecinos del distrito de Chamartín no comparten el entusiasmo. El desfile de 123 camiones con material, los dispositivos policiales, las calles cortadas y la invasión de la vía pública han convertido el barrio en un caos.