El primer día de rebajas después de Navidad, que tuvo lugar este martes, se congregaron a la entrada de El Corte Inglés de Goya (Madrid) decenas de trabajadores de la empresa que reivindicaron unas mejores condiciones laborales. La concentración, convocada por el sindicato CGT, tenía como objetivo exigir mejoras laborales “urgentes” y denunciar unas condiciones de trabajo “obsoletas y perjudiciales”.
En concreto, estas jornadas laborales abusivas -impuestas desde un acuerdo de 2017- obligan a los trabajadores a trabajar hasta 10 horas diarias, llegando a pasarse hasta 11 días sin librar y, en algunas temporadas, alcanzar las 60 horas semanales. Otra de las reivindicaciones clave fue la eliminación de la gratuidad en domingos y festivos. Según denuncia CGT, esta situación ha llevado a muchos trabajadores a abandonar la empresa, aceptando indemnizaciones mínimas.
El sindicato denuncia, además, la precariedad económica que afecta a sectores dentro de la empresa como supermercados, expedición, omnicanalidad, PPV y atención al cliente, donde los trabajadores perciben el salario mínimo sin incentivos, lo que aumenta la desigualdad con otros colectivos de la empresa.
Acuerdo horario firmado por Valorian y FETICO
Estas “jornadas laborales abusivas” están establecidas en un acuerdo horario firmado en 2017 por Valorian y FETICO, los sindicatos que han tenido más presencia históricamente en El Corte Inglés. El pacto no forma parte del convenio de empresa y no hay fecha de renovación a la vista.
La serie de concentraciones que arranca este martes lo hace con la convocatoria de la CGT y con el apoyo de los sindicatos SB y LAB. Los anarcosindicalistas subrayan que las condiciones de precariedad contra las que protestan “son responsabilidad” de las centrales sindicales Valorian y FETICO, que califican de sindicatos amarillos.
Esta es la segunda de una serie de movilizaciones contra El Corte Inglés que empezó en agosto en Sevilla y se plantea con una mentalidad de “por mí y por todos mis compañeros”: “Lo hacemos por todos nuestros compañeros de El Corte Inglés, que es conocido por plantear una política del miedo y por sus represalias contra los trabajadores que protestan”, declara la delegada sindical Melissa Caycho, que cuentan que están organizándose con otros sindicatos para mantener de manera indefinida las concentraciones a la puerta del centro comercial y extenderlas por todo el Estado. Y en un futuro que esperan próximo, aspiran a la huelga.