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La Comunidad de Madrid implementará pruebas de saliva para detectar el consumo de drogas en conductores, disponibles para los agentes de todos los municipios de la región. Con esta medida, el Gobierno regional busca facilitar recursos a localidades más pequeñas, permitiéndoles realizar estos controles en el momento y disuadir el consumo de estupefacientes al volante. La iniciativa pretende disminuir el número de accidentes vinculados al consumo de drogas.
Fondos para la adquisición de dispositivos en los municipios
Según el director general de Seguridad, Luis Miguel González, la Comunidad financiará estos dispositivos mediante subvenciones para que las localidades puedan adquirir los equipos de detección, nivelando así los controles entre los municipios grandes y pequeños. En 2025, se destinarán 200.000 euros para estos test, que reaccionan a cuatro tipos de drogas: cocaína, cannabis, opiáceos y anfetaminas. Estos test permiten detectar la presencia de estas sustancias incluso varias horas o días después del consumo, dependiendo de la cantidad y la frecuencia de uso.
Mayor control para reducir muertes por consumo de drogas
Hasta ahora, estos controles se realizaban principalmente en Madrid y otros municipios grandes. Con la nueva subvención, el número de dispositivos se ampliará en toda la región. Uno de los principales objetivos es reducir la mortalidad relacionada con el consumo de drogas, que según datos de la Comunidad, causó alrededor de 300 muertes por sobredosis, accidentes de tráfico y suicidios en el último año.
Las sanciones por conducir bajo los efectos de las drogas incluyen multas de 1.000 euros y la pérdida de seis puntos en el carnet de conducir. En casos más graves, las consecuencias penales pueden incluir prisión de tres a seis meses, trabajos comunitarios o la retirada del permiso de conducir hasta cuatro años. Negarse a realizar el test puede acarrear una pena de prisión de seis meses a un año y la prohibición de conducir de uno a cuatro años.
Formación y prevención en el Plan contra las Drogas
El nuevo Plan contra las Drogas de la Comunidad de Madrid incluye también formación especializada para los agentes de policía, quienes reciben instrucción continua sobre detección de drogas en conductores tras su curso básico de seis meses. La Estrategia de Seguridad Integral de la Comunidad busca reforzar estos controles y complementar con iniciativas de prevención para jóvenes, como talleres en actividades extraescolares, charlas y buzones anónimos en centros educativos para reportar tráfico de drogas.
Además, el plan incluye un enfoque en la atención y reinserción sociolaboral de personas en proceso de desintoxicación, intensificando los recursos para su recuperación y retorno a la vida laboral, con una atención integral que abarca desde la detección y la prevención hasta la asistencia y la reinserción en la sociedad.
