Imagen: alcalde de Madrid, José Luis Almeida I Ayuntamiento
La ciudad de Madrid avanza hacia un modelo de gestión de residuos más eficiente e inteligente con la instalación de 11.100 contenedores equipados con tecnología de Internet de las Cosas (IoT). La multinacional 1NCE, líder global en este sector, es la encargada de proporcionar la conectividad necesaria para esta transformación.
Este despliegue se convierte en la mayor iniciativa de gestión de residuos en Europa hasta la fecha, superando cualquier otro proyecto anterior en términos de escala e innovación. La implementación de estos contenedores inteligentes en la capital española recuerda a la instalación de 4.500 sensores en Buenos Aires, otro hito en la digitalización del tratamiento de desechos urbanos.
Contenedores con SIM para una ciudad más inteligente
En este contexto, los nuevos contenedores, que ya están siendo desplegados por distintas zonas de Madrid, están equipados con tarjetas SIM de 1NCE. Gracias a esta tecnología, pueden gestionar de manera eficiente diferentes tipos de residuos, como envases, textiles, vidrio, materia orgánica, líquidos y desechos generales, optimizando el proceso de reciclaje en la ciudad.
Empresas clave en la modernización del sistema
Además, otras grandes compañías participan en este ambicioso plan de modernización. Entre ellas, destacan Acciona, OHL Servicios Ingesan, Valoriza (firma vinculada a Morgan Stanley), la eslovaca Sensoneo y su socio catalán Candam. Su colaboración permite integrar tecnologías avanzadas en la recogida y tratamiento de residuos, mejorando la eficiencia del servicio.
IoT para una gestión más eficiente y sostenible
El uso del Internet de las Cosas en estos contenedores permite monitorizar en tiempo real el estado de los residuos y enviar datos sobre su capacidad. De este modo, es posible organizar la recogida de manera más eficiente, evitando desplazamientos innecesarios y reduciendo costes operativos. Además, esta tecnología contribuye a disminuir el impacto ambiental, ya que optimiza las rutas de los camiones de basura, reduciendo las emisiones de CO₂, el tráfico y la contaminación acústica.
Frente a los sistemas tradicionales de recogida, basados en horarios fijos o rutas predeterminadas sin considerar si los contenedores están llenos o vacíos, esta nueva solución aporta un enfoque más preciso y adaptado a la realidad de cada punto de recogida. Además, los datos recopilados pueden ayudar a reubicar los contenedores según la demanda y el volumen de residuos generados en cada zona, mejorando aún más la eficiencia del servicio.