Las escalas en el aeropuerto de Barajas continúan siendo la principal vía de llegada de menores inmigrantes a la Comunidad de Madrid, según las autoridades regionales. El creciente volumen de personas que acceden por esta ruta ha puesto en riesgo los servicios de atención social de la región.
Ante esta situación, el Ejecutivo autonómico ha solicitado al Gobierno de España medidas para cerrar «de una vez este coladero». La solicitud incluye la implementación de más visados de tránsito y una distribución ordenada de las llegadas. De lo contrario, advierten que «se estará reaccionando tarde y mal a los resquicios que aprovechan las mafias en su indigno comercio con seres humanos».
El itinerario de vuelo hacia El Salvador con parada en Madrid se ha convertido en la estrategia de muchas personas para llegar a España. Compran un billete con destino a algún país de Latinoamérica, embarcan en Marruecos o Dakar y hacen escala en Barajas. Una vez en la zona internacional del aeropuerto, no se requiere visado de tránsito, lo que permite a los viajeros bajar del avión y circular por esta área.
A principios de año, los puestos de asilo se abarrotaron debido a la llegada de decenas de inmigrantes, lo que obligó al Ejecutivo nacional a imponer el visado de tránsito para personas procedentes de Turquía, Kenia, Somalia o Senegal.
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A pesar de estas medidas, «el problema persiste a día de hoy», alertó la consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, Ana Dávila, en una carta enviada este viernes al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, solicitando de nuevo medidas para reforzar las fronteras. La misiva se envió días antes de la Conferencia Sectorial de Inmigración de este lunes, convocada por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones para tratar la reforma del reglamento de Extranjería.
En los primeros siete meses del año, 1.239 menores inmigrantes han pasado por la región, frente a los 1.300 atendidos en 2023, según datos de la Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales. Una gran parte de ellos desembarcan por la T4 y acuden al puesto fronterizo, donde declaran ser jóvenes y son enviados a los Centros de Primera Acogida de la Comunidad de Madrid.
«De los 110 menores extranjeros no acompañados que en junio han llegado por primera vez a nuestros centros de primera acogida, prácticamente la mitad lo han hecho a través del aeropuerto de Barajas, la mayoría procedentes de Mauritania», detalló la consejera en su carta al ministro. «No podemos permitir que el aeropuerto siga siendo un coladero, provocando, entre otros efectos, el colapso de nuestros sistemas de protección de menores», expuso Dávila.
