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La violencia generada por las bandas latinas en Madrid ha captado la atención política tras los recientes incidentes de apuñalamientos y tiroteos entre jóvenes. La vicealcaldesa Inma Sanz criticó la respuesta del Ministerio del Interior, calificándola de «disfuncional» y abogando por un endurecimiento de las penas y un aumento en los recursos destinados a la Policía Nacional.
Sanz expresó su preocupación, señalando que, aunque la Policía Nacional está haciendo esfuerzos significativos, los episodios violentos siguen siendo persistentes. «Es evidente que se necesitan más medidas por parte del Ministerio del Interior y la Delegación del Gobierno«, afirmó, dirigiendo su llamado directamente al delegado del Gobierno, Francisco Martín.
Operativos policiales y la necesidad de más recursos
El plan especial de seguridad para la Comunidad de Madrid se enfoca en una decena de distritos de la capital y otros municipios, con más de 500 agentes destinados a la tarea. Estos operativos han resultado en más de 300 detenciones y la identificación de miles de personas, con el objetivo de disuadir el crimen y recopilar información.
Sin embargo, el Gobierno regional considera que estos esfuerzos son insuficientes. Sanz destacó la necesidad de más medios, más policías y una mayor presencia, además de enfocarse en desmantelar las cúpulas de las bandas organizadas, como se hizo en las operaciones de los años 2000 contra los Latin Kings. La vicealcaldesa recordó la efectividad de aquellas operaciones, pero advirtió que la proliferación de nuevas bandas y la diversificación de sus actividades delictivas complican la situación actual.
El resurgir de la violencia juvenil y la respuesta legal
El incremento de bandas rivales ha transformado el panorama delictivo en Madrid. A lo largo de los años, se ha pasado de dos grandes organizaciones (Latin Kings y Ñetas) a más de seis grandes grupos, que compiten ferozmente por el control territorial. «Para los jóvenes, es cuestión de venganzas, pero para los líderes, es un negocio de drogas y cuotas», explicó Alberto Díaz, pastor del Centro de Ayuda Cristiano, quien trabaja con jóvenes para ayudarles a abandonar las pandillas.
También subrayó la necesidad de adaptar el Código Penal a las realidades urbanas actuales, pidiendo un endurecimiento de las leyes relacionadas con el uso de armas blancas y la explotación de menores en actividades delictivas. Sin embargo, Díaz insistió en que la solución no puede limitarse a medidas punitivas. Abogó por una intervención temprana en las escuelas, ofreciendo alternativas y un futuro a los jóvenes, una tarea que se hace más urgente durante los meses de verano, cuando los colegios están cerrados y los jóvenes son más vulnerables a la influencia de las bandas.
Equipos Lince: 26 años de respuesta rápida en emergencias
En otro ámbito de la seguridad en Madrid, la vicealcaldesa Inma Sanz visitó a los voluntarios de Samur-Protección Civil que forman parte de los Equipos Lince. Esta unidad, que ha cumplido 26 años, es conocida por su capacidad de respuesta rápida gracias al uso de bicicletas equipadas con más de 25 kilos de material sanitario, incluyendo oxígeno y desfibriladores.