La Policía Nacional ha acusado al ex presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Mustafa Aberchán (CPM), de ser “el líder de una organización criminal en Melilla”, en forma de partido político como es CPM, Coalición por Melilla. Esta información se ha conocido después de que haya salido a la luz el atestado del informe de la causa que ha desembocado con la detención y encarcelamiento de seis ex cargos del Gobierno melillense desde los días 5 y 6 de marzo, entre ellos el propio Aberchán.
Dicho documento judicial recoge que el atestado que se realizó después de una investigación de diez meses junto con las distintas unidades que han participado en la investigación subraya que: “ha sido el que ha dispuesto la realización de la contratación fraudulenta, es quien ha decido a quién adjudicar y a quién no conforme a las evidencias contenidas en los informes que acompañan al atestado”.
Por este motivo considera a Mustafa Aberchán el responsable de los delitos mencionados: “el máximo responsable de los delitos cometidos es el líder del partido, sin que nadie discuta sus decisiones y, a la postre, los investigadores consideramos que viene liderando la organización criminal, desde su condena por delito electoral en las elecciones de 2008”.
Este informe sitúa al político es el ‘número uno’ de la organización y que le acompañan en este organigrama los ex consejeros del Gobierno de Melilla Dunia Almansouri, Rachid Bussián, Mohamed Ahmed, Hassán Mohatar y Cecilia González Casas, y las ex viceconsejeras Fatima Mohamed Kaddur y Yonaida Sel-Lam, así como dos empresarios locales.
Mustafa Aberchán era el líder de la organización criminal
Los agentes han destacado también que según las declaraciones y análisis de expedientes pueden afirmar con rotundidad “la existencia de una organización criminal, que desde Consejerías adscritas a la formación política Coalición por Melilla (CPM), en el anterior gobierno de la Ciudad, habrían adjudicado cientos de contratos menores procedentes de los presupuestos de la Ciudad Autónoma de Melilla (CAM), a personas de la propia organización criminal y afines a la trama, sirviendo los fondos obtenidos para financiar la compra del voto por correo, además de generar un notable enriquecimiento ilícito de los investigados”.
Así mismo, los agentes han añadido que el grupo cuenta «con un claro liderazgo, con una maquinaria perfectamente engrasada con el paso de los años y las sucesivas citas electorales, así como una organización que cuenta con un extenso entramado delictivo que operaría desde la esfera política concertándose con los escalones inferiores, adjudicándoles de forma repetida y continuada cientos de contratos menores a otros integrantes de la organización”.