El empresario Víctor de Aldama ha manifestado ante el Tribunal Supremo cómo comenzó a pagar comisiones ilegales al exministro de Transportes, José Luis Ábalos, y su exasesor, Koldo García.
Según su versión, las primeras comisiones llegaron “después del viaje a México” al que Aldama acompañó a Ábalos, y que se inició justo al día siguiente de que el empresario conociese y su hiciera una fotografía con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante un mitin del PSOE.
El acuerdo sobre el reparto de obra pública a cambio de mordidas llegó tras ese primer viaje a México, en el que Aldama actuó prácticamente como parte del Ejecutivo socialista. El empresario quedó bendecido por el PSOE sólo 24 horas después de coger aquel avión, en septiembre de 2019.
Fue en este viaje oficial cuando el PSOE había invitado a Víctor de Aldama a un mitin en el que se le sentó en un lugar privilegiado. Después se le condujo hasta un reservado donde se reunió con Sánchez.
Aquel encuentro con Sánchez, que quedó inmortalizado con una foto de ambos realizada por Koldo García, fue el punto de partida de lo que vendría después, tal y como ha señalado Aldama ante el Supremo. “El 1”, tal y como se refería la trama a Sánchez en sus conversaciones en clave, le trasmitió a Aldama un mensaje conciso: “Gracias por lo que estás haciendo, estoy informado de todo”.
El empresario de Aldama confiesa ante el juez la participación de Ábalos en la trama Koldo
Víctor de Aldama, comparecido ante el juez esta semana por segunda vez. En esta ocasión el empresario señaló este lunes en el Tribunal Supremo al PSOE como destinatario final de parte de las mordidas que recibían Koldo García y Ábalos por adjudicar a dedo licitaciones.
Estas adjudicaciones suponían del “1% o 1,5%” del importe y dependía de la magnitud de la obra. Si había modificaciones para ampliar el presupuesto, en beneficio de las empresas, se aumentaba el pago.
“Me lo decían Koldo y Ábalos continuamente”, indicó Aldama en sede judicial cuando ha sido preguntado sobre si parte del dinero que pagaban las empresas como mordida a cambio de licitaciones de obra pública iba a parar a manos de Ferraz.
Aldama ha descrito esta presunta operativa habitual en cada obra pública, señalando que las empresas le entregaban las comisiones a él y éste se las entregaba a Ábalos y Koldo. De ahí, “sería un 1-1,5% de comisión por obra”, señala, aunque también habla de comisiones por “hitos, por adjudicación, ejecución o modificación”.