En los últimos videos de Alvise Pérez, el activista y político convertido en eurodiputado, ha criticado con dureza el sistema de remuneraciones del Parlamento Europeo. En varios vídeos compartidos en sus redes sociales ha publicado las cifras monetarias recibidas como europarlamentario.
En un reciente vídeo, el líder de Se Acabó La Fiesta (SALF) ha denunciado las dietas de los eurodiputados, señalando que en su cuenta creada específicamente más de 12.000 € solo en dietas en pleno mes de agosto. Además, según Alvise, tras consultarlo con su abogado, la mayoría de gastos que una persona común se imaginaría como dietas, por ejemplo los vuelos, taxis, etc. ya están cubiertos por otras aplicaciones o formularios que no repercuten en el importe mencionado, dejando lugar a la duda de en qué se podrían gastar esos 12.000 € cada mes.
Del mismo modo, el jefe de «las ardillas», el mote con el que se conoce a sus seguidores, también ha puesto el foco sobre señalando que los eurodiputados reciben más de 350 euros al día simplemente por firmar su asistencia, lo que les permite ingresar más de 5.000 euros mensuales libres de impuestos, algo que considera poco transparente e injusto. Además, Alvise Pérez ha revelado que, en el momento de ir a grabar esta firma con la consiguiente entrega de dietas, los responsables le han prohibido la filmación.
En otro de sus vídeos, el líder de SALF señala los distintos obsequios que se le han entregado desde que es diputado, objetos que él considera un gasto innecesario. Entre ellos destaca un pin personalizado, una televisión configurada específicamente para él, un micrófono gamer para videollamadas o una planta en su despacho que goza de equipo de jardinería propio.
Pérez también ha compartido su visión acerca del papel de SALF en el Parlamento Europeo. En lugar de unirse a los bloques tradicionales de derecha, ha optado por una postura más radical. Ha enfatizado su lucha contra la financiación pública a actividades que considera inmorales, como las corridas de toros. Recientemente, votó en contra de subvencionar al toro de lidia, argumentando que no se debe destinar dinero público a espectáculos que, según él, promueven la crueldad animal. Esta postura ha generado polémica incluso dentro de los sectores políticos con los que suele aliarse, como Vox y el Partido Popular.
Por otro lado, ha sido claro en su rechazo al Pacto Verde Europeo y a las políticas migratorias actuales, alineándose con partidos conservadores y euroescépticos. Su discurso ha sido fuerte contra la burocracia europea, abogando por devolver competencias a los Estados miembros y limitar la influencia de Bruselas.