El eurodiputado Luis ‘Alvise’ Pérez ha reconocido haber recibido 100.000 euros en efectivo sin factura por parte del empresario Álvaro Romillo, justificando esta acción como «honorarios privados» para evitar lo que considera un abuso fiscal. En un video difundido a través de Telegram, Alvise se declaró «culpable» de haber cobrado en efectivo por un trabajo, defendiendo su decisión como un acto de «legítima defensa» contra lo que calificó como el «terrorismo fiscal del Estado».
Romillo, ex consejero delegado de Madeira Invest Club, denunció que entregó esos 100.000 euros a Alvise el 27 de mayo, semanas antes de las elecciones europeas. Según la versión de Romillo, el eurodiputado necesitaba «fondos que no estuvieran controlados por el Tribunal de Cuentas» para financiar su partido y afrontar multas por «revelación de secretos contra el Estado y la protección de datos». Romillo afirmó que Alvise le agradeció en un mensaje por haberle permitido obtener el dinero necesario para la campaña política: «Me posibilitas una parte urgente de la campaña. Mil gracias tío», le habría escrito.
En su intervención, Alvise insistió en que el sistema fiscal esclaviza a millones de trabajadores en España y que, en ocasiones, cobrar sin declarar es «la única salida» para evitar perder la mitad de sus ingresos. «Me niego a que el Estado siga llevándose la mitad de lo mío», afirmó, al tiempo que criticó que «todo aquel que depende económicamente del poder se corrompe». También arremetió contra Romillo, acusándolo de ser un «criminal que ha estafado a miles de personas» y que el gobierno permitió su huida a Dubái a cambio de incriminarlo.
Alvise también aprovechó para cargar contra los medios de comunicación, tachándolos de «corruptos y manipuladores» por centrar la polémica en la falta de factura y el pago en efectivo. Preguntó a sus seguidores: «¿Quién de ustedes no ha hecho concesiones o pequeños sacrificios morales para llegar donde está?». Además, alentó a quienes lo siguen a no pagar impuestos si tienen la posibilidad de hacerlo, mostrando su desconfianza hacia la justicia española.
Romillo afirmó en su denuncia que el contacto con Alvise se originó debido a la «necesidad urgente» del eurodiputado de contar con fondos que no estuvieran sometidos a controles oficiales para su campaña y para lidiar con ciertas sanciones. Según Romillo, Alvise buscaba evitar que el dinero pasara por el control del Tribunal de Cuentas, algo que el eurodiputado admitió en parte en sus declaraciones públicas.