La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) ha emitido una advertencia clara sobre el impacto potencial de un nuevo modelo de financiación autonómica para Cataluña. Según Ángel de la Fuente, director ejecutivo de Fedea, la adopción de un sistema similar al Concierto Económico del País Vasco podría aumentar significativamente la desigualdad entre las comunidades autónomas en España. Análisis que surge a raíz del acuerdo entre el Partido Socialista de Cataluña (PSC) y Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) para facilitar la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat.
El Concierto Económico del País Vasco, junto con el Convenio Económico de Navarra, son sistemas de financiación exclusivos en España que permiten a estas comunidades recaudar todos los impuestos generados en sus territorios y luego contribuir al Estado con una cantidad negociada. Este modelo ha sido un tema de debate durante años, ya que, aunque proporciona autonomía fiscal significativa a estas regiones, también genera discusiones sobre su equidad y su impacto en la cohesión territorial del país. Cataluña busca aumentar su autonomía fiscal, el debate sobre replicar este modelo se ha intensificado. La propuesta ha suscitado preocupación entre expertos económicos y políticos debido a sus posibles repercusiones en la distribución de recursos entre las comunidades autónomas.
De acuerdo con De la Fuente, establecer un modelo similar para Cataluña y potencialmente para Madrid resultaría en un aumento dramático de la desigualdad entre las regiones. En el sistema , aunque existen diferencias en los niveles de financiación, estas son relativamente pequeñas y gestionables. Sin embargo, al permitir que regiones como Cataluña y Madrid recauden y gestionen todos sus ingresos fiscales, se crearían disparidades significativas en la financiación disponible para otras comunidades menos ricas, como Extremadura o Andalucía. Este cambio implicaría que cada comunidad autónoma dependería en gran medida de su capacidad para generar ingresos internos. «Cada palo tendrá que aguantar su vela», comentó De la Fuente, sugiriendo que las regiones más pobres enfrentarían dificultades para mantener el nivel actual de servicios públicos sin el apoyo de mecanismos de redistribución más amplios.
Sistema de Financiación Común
La posible salida de Cataluña y Madrid del sistema de financiación común trae consigo serios problemas : la reducción de la «caja común» de recursos disponibles para redistribuir entre las comunidades. Actualmente, comunidades más ricas como Madrid contribuyen significativamente a esta caja común, lo que permite financiar a regiones con menores capacidades económicas. Sin estas contribuciones, se prevé una disminución considerable en los fondos disponibles, lo que obligaría a las comunidades más afectadas a realizar ajustes significativos en sus presupuestos.
De la Fuente enfatizó que el sistema actual, aunque imperfecto, permite un nivel de cohesión y solidaridad entre las regiones que podría perderse con un modelo más individualista. «Es un modelo de país que a la mayor parte de los españoles no nos gusta nada«, afirmó, señalando que un cambio hacia un sistema donde cada región gestione su recaudación fiscal podría resultar en un «ajuste a la baja» para las comunidades menos favorecidas.
La implementación de un sistema de financiación autonómica similar al del País Vasco en Cataluña implicaría consecuencias fiscales significativas. Según De la Fuente, aunque es difícil calcular con precisión las cantidades implicadas, se estima que la contribución de Cataluña a la financiación común se reduciría en «seis mil millones y pico al año». Esta cifra representa una disminución considerable de recursos para el resto de las comunidades y podría obligar a las regiones a considerar medidas como el aumento de impuestos locales o la reducción del gasto público para compensar la pérdida de ingresos.
A pesar de las preocupaciones expresadas, De la Fuente también trató de moderar el dramatismo sobre las consecuencias de este cambio de modelo. Aunque reconoce que la calidad de los servicios públicos podría deteriorarse en algunas regiones, insiste en que el Estado del Bienestar no colapsaría completamente. «No vamos a tener que cerrar el Estado del Bienestar», aseguró, sugiriendo que el impacto real dependería de cómo se gestionen los recursos en cada territorio.
El modelo foral del País Vasco y Navarra ha sido históricamente un tema de debate.. Según De la Fuente, este modelo es «una cosa muy rara que no existe en ningún sitio» y que se estableció originalmente como parte de los acuerdos para poner fin a las guerras carlistas. Sin embargo, critica que en la práctica este sistema ha dejado de contribuir a la solidaridad interregional.
De la Fuente advirtió que implementar un modelo similar para otras regiones podría equivaler a una «mutación constitucional encubierta», ya que se modificaría fundamentalmente el sistema de financiación sin un debate amplio y consensuado a nivel nacional.