La presidenta del Congreso, Francina Armengol, protagonizó un polémico momento en el Senado durante su comparecencia en la comisión de investigación del llamado caso Koldo, un escándalo relacionado con la compra de mascarillas con mordidas por varias administraciones, incluyendo el Gobierno de Baleares, que Armengol presidía.
La comparecencia de Armengol tenía como objetivo esclarecer su papel y el de su administración en el caso Koldo. Este escándalo ha provocado un intenso debate político y mediático debido a las acusaciones de corrupción y manejo inadecuado de fondos públicos en la compra de equipos de protección durante la pandemia. La expectación era alta, y la sesión prometía ser un punto de inflexión en las investigaciones.
Desarrollo de la comparecencia
Desde el inicio, el tono de la comparecencia fue acalorado. Los senadores del Partido Popular (PP) no escatimaron en críticas y preguntas directas hacia Armengol. La presidenta del Congreso fue sometida a un duro interrogatorio en el que los senadores del PP le acusaron de «mentir o ser irresponsable» en su gestión.
En respuesta, Francina Armengol defendió su gestión y criticó lo que denominó como «el uso de bulos y mentiras» por parte de sus adversarios políticos. Armengol argumentó que tales tácticas eran destructivas y no contribuían al prestigio de las instituciones democráticas. Su intervención, sin embargo, no se limitó a la defensa técnica de su gestión. Armengol aprovechó su tiempo para hacer un llamamiento a la participación en las próximas elecciones, sugiriendo que los votantes deberían rechazar las tácticas políticas de sus adversarios.
«Mi mayor deseo es que el domingo participe muchísima gente en las elecciones y que deje claro que ésta no es la forma de hacer política», concluyó Armengol, entre aplausos de los miembros socialistas presentes en la comisión. Este acto fue interpretado por muchos como una campaña abierta en un foro que debería haber sido apolítico y centrado en la investigación.
Reacción del PP
El presidente de la comisión, el senador popular Eloy Suárez, reaccionó de inmediato a la intervención de Armengol. Visiblemente molesto, Suárez calificó su intervención de «absolutamente impresentable» y expresó su incredulidad ante el hecho de que una alta autoridad del Estado realizara un acto de campaña en medio de una comisión de investigación. «Parece mentira que usted, siendo presidenta de una institución, haya hecho lo que acaba de hacer», sentenció Suárez. Además, advirtió que sus acciones podrían tener consecuencias futuras, aunque no especificó cuáles.
El senador popular Fernando Martínez-Maíllo se unió a las críticas, tildando la actuación de Armengol de «impresentable e inaceptable». No descartó la posibilidad de elevar el asunto a la Junta Electoral Central, aunque dejó esta decisión en manos de la mesa de la comisión de investigación, controlada por el PP. «Si la hubiéramos dejado, hubiera pedido quizás mucho más el voto, pero es evidente que todos estábamos entendiendo que lo que estaba haciendo era llamar la participación a su beneficio», argumentaron los senadores del PP.
El incidente ha generado una gran polémica y ha puesto en el centro del debate la conducta de Francina Armengol, quien ocupa una de las posiciones más relevantes en el sistema político . La actuación de Armengol ha sido vista por algunos como una desviación inaceptable del decoro institucional, mientras que sus partidarios argumentan que fue una defensa necesaria ante las agresivas tácticas de la oposición.
