Imagen: Reuters
Claudia Sheinbaum tomó posesión como presidenta de México el pasado martes, con un discurso que reafirmó la continuidad de las políticas de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador. En su alocución, Sheinbaum defendió la política económica de la administración anterior y mantuvo el tono crítico hacia España, cuyo gobierno no envió representantes oficiales a la ceremonia realizada en la Cámara de Diputados.
Diferencias en la ceremonia con su antecesor
La principal diferencia visible entre Sheinbaum y López Obrador durante la ceremonia fue el gesto de cortesía hacia la ministra de la Corte Suprema, Norma Piña, a quien Sheinbaum saludó, en contraste con López Obrador, quien la ha criticado repetidamente y evitó cualquier interacción. La toma de protesta comenzó con el Congreso rodeado por manifestantes en contra de la reciente reforma judicial impulsada por el saliente mandatario.
El presidente saliente, acompañado por la primera dama Beatriz Gutiérrez Müller, fue recibido en la Cámara de Diputados por legisladores de Morena, quienes lo detuvieron brevemente para tomar fotos y entregarle cartas. Sheinbaum, por su parte, llegó minutos después en un vehículo discreto, vestida en blanco marfil y con poca escolta. Tras rendir honores a la bandera, subió al estrado, donde prestó juramento y recibió la banda presidencial de manos de Ifigenia Martínez, destacada pionera en la política mexicana.
Representación internacional y ausencia de España
La nueva mandataria agradeció la presencia de 106 delegaciones internacionales, destacando los aplausos para líderes como Lula da Silva (Brasil), Gustavo Petro (Colombia) y Miguel Díaz-Canel (Cuba). En el recinto también estuvo presente Gerardo Pisarello, diputado español de Sumar, aplaudido por los legisladores oficialistas. La ausencia del rey Felipe VI de España fue notoria, especialmente tras el reciente diferendo entre Sheinbaum y el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, por la decisión de no invitar al monarca a la ceremonia de toma de posesión.
Continuidad del discurso y críticas a España
En su discurso, Sheinbaum elogió a López Obrador, a quien describió como «el presidente más querido y el más importante de la era moderna». Al mismo tiempo, profundizó en el desencuentro con España, señalando que la grandeza cultural de México se originó en sus civilizaciones prehispánicas, «siglos antes de que los españoles invadieran». Esta declaración refuerza las tensiones de la semana anterior, cuando Sheinbaum criticó a Pedro Sánchez por no obtener disculpas por la conquista.
Sheinbaum también defendió el desempeño económico del gobierno saliente, mencionando la creación de empleo y la atracción de inversión extranjera, posicionando a México como la «doceava economía del mundo». Con un tono desafiante, planteó preguntas sobre los avances sociales y económicos del país durante el mandato de López Obrador, destacando la reducción de la pobreza y las desigualdades.