El gigante de la inversión BlackRock ha reforzado su posición en el mercado inmobiliario español con la adquisición de una participación mayoritaria en la gestora del complejo de residencias Emilia Pardo Bazán, en la Ciudad Universitaria de Madrid.
Esta operación permite a BlackRock tomar el control del complejo de aproximadamente 300 camas, una propiedad valorada en 50 millones de euros y que anteriormente estaba en manos de Global Student Accommodation y, previamente, del fondo luxemburgués Corestate.
La estrategia de BlackRock refleja un claro interés en el sector residencial español, donde los bajos tipos de interés en Europa y la escasez de oferta de viviendas impulsan el valor de los activos inmobiliarios. La firma estadounidense también planea fortalecer su participación en proyectos de impacto social y vivienda asequible en el país, según mencionó Adolfo Favieres, director inmobiliario de BlackRock en España, en un reciente foro del sector.
Esta es la segunda transacción residencial de BlackRock en el país desde 2023, después de su compra de un edificio en la calle María de Molina por cerca de 205 millones de euros. Este inmueble albergará viviendas premium y una residencia para estudiantes, con una inversión proyectada de 400 millones de euros en asociación con Banco Santander.
Alianza estratégica para el desarrollo de centros de datos
A la par de sus movimientos en el sector inmobiliario, BlackRock también ha anunciado una asociación con Microsoft, Global Infrastructure Partners (GIP) y el grupo emiratí MGX, respaldado por Abu Dhabi, para impulsar el desarrollo de centros de datos en Estados Unidos. Este proyecto de 30.000 millones de dólares tiene como objetivo responder a la creciente demanda de infraestructura para la inteligencia artificial, con un potencial de expansión de hasta 100.000 millones de euros, mediante una combinación de recursos propios y financiación externa.
En otra línea, la firma de inversión KKR y Energy Capital Partners han formalizado una colaboración de 50.000 millones de dólares para desarrollar centros de datos y expandir las infraestructuras de generación y transmisión de energía. Con el auge de la IA y la computación en la nube, la demanda de centros de datos ha aumentado exponencialmente, a la vez que se necesitan soluciones energéticas sostenibles para responder a este crecimiento.
Estas asociaciones reflejan cómo los grandes fondos de inversión están acelerando sus proyectos en los sectores inmobiliario y tecnológico a nivel global, con una especial atención a la expansión de infraestructuras para la IA y la vivienda de impacto social, consolidando sus posiciones en el mercado con un Horizonte de crecimiento que se proyecta hasta 2030.