Imagen: Trabajador extranjero-EFE
En 2024, el 42% de los nuevos empleos los ocuparon trabajadores con nacionalidad extranjera, según los últimos datos difundidos por la Seguridad Social, lo que supone que los trabajadores extranjeros ocupan 200.000 de los 500.000 puestos de trabajo generados en 2024. Y la tendencia indica que el papel de los trabajadores extranjeros será cada vez más importante en nuestro mercado laboral.
El empleo entre los extranjeros suma ya cuatro años de crecimiento, recuperándose los datos anteriores a la pandemia. Tanto es así que su crecimiento en términos relativos está siendo mayor en el caso de los trabajadores extranjeros que el de los autóctonos, de un 8% anual frente al 1,6%, respectivamente.
Así, al cierre de 2023, los afiliados de nacionalidad extranjera representaban ya un 13,5% del total de trabajadores registrados en la Seguridad Social, frente al 12,8% del año anterior. Hace diez años, en 2014, suponían el 9,3% del mercado laboral.
Los datos de la Encuesta de Población Activa que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE), ya afirmaban que la creación de empleo extranjero es mayor incluso que durante la burbuja inmobiliaria.
Aumento de la población inmigrante
Estos datos son posibles debido al incremento de la población inmigrante, alrededor de medio millón al año. Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, España comenzó el año con 48,6 millones de habitantes, de los que un 18% eran nacidos en el extranjero (8,8 millones).
Las proyecciones del INE auguran que este crecimiento se mantendrá, y dentro de 50 años, en 2074, en España habrá 54,6 millones de habitantes, de los que alrededor del 40% serán nacidos en el extranjero (21,3 millones de personas). Es decir, casi la mitad de la población residente en nuestro país será de origen extranjero. Ello se debe a que habrá más muertes que nacimientos de españoles autóctonos, por lo que la población nacida en España disminuirá hasta los 33,3 millones de personas (casi siete millones menos que ahora) y pasará de representar el 82% al 61% del total de habitantes.
Estos datos muestran la importancia que desde el Estado se implanten medidas tendentes a favorecer la natalidad de población autóctona para sostener el sistema del bienestar y que España siga siendo España.