En las últimas 24 horas, Ceuta ha registrado la alarmante entrada irregular de 22 menores más, lo que ha elevado a más de 500 el total de menores bajo la tutela de la ciudad autónoma. Este incremento ha situado la ocupación de los centros de acogida en un preocupante 479%, superando así la capacidad disponible y poniendo en jaque la infraestructura de atención a la infancia en una de las regiones más vulnerables de España.
El presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta, Juan Jesús Vivas, ha expresado su profunda preocupación por esta situación crítica, haciendo un llamado reiterado a las autoridades nacionales para solicitar «auxilio y socorro». Vivas ha enfatizado que la ciudad no puede hacer frente a la crisis migratoria por sí sola y que su capacidad está al borde del colapso. En este contexto, el presidente ha instado a una respuesta coordinada y efectiva que involucre tanto al Gobierno de España como a las instituciones europeas.
Para intentar mitigar los efectos de esta crisis, el Gobierno local ha desplegado varios recursos extraordinarios. Entre ellos se encuentra una nave acondicionada en el Polígono del Tarajal, el Centro de Realojo Temporal «La Esperanza,» y un centro provisional en Piniers, además de los servicios gestionados por la entidad Engloba. Sin embargo, la insuficiencia de estos recursos frente a la afluencia constante de nuevos menores pone de manifiesto la urgencia de una intervención más amplia.
Las autoridades locales también han intensificado sus esfuerzos para aumentar la capacidad de acogida y están explorando vías legales para facilitar el traslado de algunos menores a la península. Entre las medidas que están siendo contempladas se incluyen las gestiones con el Ministerio de Juventud e Infancia y con la Junta de Andalucía para delegar la guarda de los menores a entidades sin ánimo de lucro, aunque la tutela seguiría en manos del gobierno ceutí.
Aumenta la crisis de inmigración en Ceuta
Para abordar esta problemática de manera directa, la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, tiene programado un viaje a Ceuta los días 2 y 3 de septiembre. Esta visita tiene como objetivo discutir posibles soluciones con las autoridades locales y conocer de primera mano las condiciones en las que se encuentran los menores no acompañados, quienes demandan una atención y protección adecuadas.
La situación de Ceuta es indicativa de una crisis migratoria más amplia que afecta a diversas regiones de Europa. La necesidad de una respuesta coordinada e integral que abarque tanto medidas humanitarias como normas migratorias será clave para abordar las causas que impulsan la migración irregular y garantizar la seguridad y el bienestar de los menores que buscan protección.