Imagen: Pedro Saura, presidente de Correos-L.O.
Correos se encuentra en una situación crítica un año después de haber cambiado de presidente. A finales del año pasado, Juan Manuel Serrano, amigo del presidente del gobierno, era relevado en el cargo por Pedro Saura. Su objetivo era salvar una empresa que se encuentra en una situación agónica, pues tiene unas pérdidas cercanas a 1300 millones de euros, pérdidas que podrían alcanzar los 1500 millones cuando acabe 2024.
Esta cifra la acumula desde que en 2018 Serrano asumiera la presidencia de la empresa, lo que tuvo lugar cuando Pedro Sánchez fue nombrado presidente tras la moción de censura a Mariano Rajoy. Quien fuera nombrado solo días después de su salida de Correos director general de SEITT (Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre) fue duramente criticado desde los sindicatos por su gestión.
Durante su mandato se dio pie a que varias consultoras ejecutaran planes estratégicos y estudios de proyectos para Correos que finalmente resultaron ser un fracaso, como es el caso de la creación de una aerolínea en enero de 2022. Una idea fallida que dio lugar a la intervención de la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Economía, María Jesús Montero.
En septiembre de 2022 Fernando Ramírez, hombre cercano a la SEPI (Sociedad Española de Participaciones Industriales), se incorporaba en la empresa pública como director de Recursos Humanos, cargo que ya había ejercido en otras empresas como Navantia, también pública, en la que se encargó de remodelar la plantilla. Antes de Navantia, trabajó en el departamento de RRHH de Airbus, empresa también con participación estatal.
Dos modelos de gestión enfrentados
Saura busca una gestión de la compañía apoyada por los sindicatos, pues Serrano fue incapaz de conciliar con los representantes de los trabajadores. Son dos los principales problemas que tiene que asumir la compañía: por un lado, solucionar la falta de ingresos, derivada de la incapacidad de Correos de competir con las empresas de paquetería y por la caída del reparto del correo tradicional. Esto supuso en 2023 unas pérdidas de unos 125 millones de euros. En este sentido, Saura llegó con la idea de realizar un análisis profundo para conocer las causas y tomar decisiones.
En segundo lugar, alcanzar un acuerdo con los sindicatos y aprobar el convenio colectivo, lo que no parece nada sencillo. Fernando Ramírez lleva meses negociando el Convenio Colectivo por separado con Comisiones Obreras, que posee el 38% de la representación sindical, al margen de UGT, CGT, Csif y Sindicato Libre, que poseen el 62%, lo que ha generado que algunos de estos sindicatos no hayan querido asistir a las reuniones.