Participantes de la Korrika reivindicando la vuelta a casa de los presos/ The objective
Por todos es sabido que la frontera entre España y Francia en la zona de Irún es un punto de tensión en materia de seguridad fronteriza. Con motivo del desarrollo de la «Korrika» varios inmigrantes pasaron de Irún a Hendaya y continuaron camino en Francia.
Varias de las organizaciones civiles que organizaron la ‘Korrika’, que es la carrera en apoyo al uso del euskera, han admitido la realización de un acto de «desobediencia civil» para facilitar a 36 inmigrantes a cruzar la frontera camino a Francia. El modus operandi fue aprovechar el recorrido de la carrera y ocultar a los inmigrantes entre los corredores. Muchos de ellos llevaban ropa de la organización de la ‘Korrika’ e incluso dorsales.
El recorrido que atravesaba la frontera del Bidasoa entre Irún y Hendaya.
Dentro de la organización se encontraban distintos grupos que reivindicaban las fronteras abiertas y el libre tráfico de personas. Entre sus demandas, la apertura definitiva de las fronteras y en particular la que divide el río Bidasoa. Garantizar la «libre circulación» de las personas y un «cambio radical de las políticas migratorias».
En su manifiesto se incluyen lemas contra la seguridad fronteriza, así como, de la importancia de las lenguas como vehiculo integrador: «Nadie es ilegal y todos deberíamos tener los mismos derechos«. Añaden que cualquier persona que se encuentre en territorio europeo debería tener derecho a «poder elegir su país de destino, poder establecerse, integrarse ahí y aprender su idioma». Valoran la ‘Korrika’, como «un medio importante de integración».
Una carrera popular de alta participación no exenta de polémicas.
La Vigesimotercera edición atraviesa a los largo de 2.792 kilómetros numerosas localidades vascas, navarras y del País Vasco francés, las zonas vascofonas. Este evento, tiene una celebración bienal, además de contar con el apoyo de la Administración Pública Vasca y la financiación de organizaciones y entidades que colaboran con la compra de kilómetros en los que portan el testigo que abre la marcha.
Una de las polémicas que más se ha dado está relacionada con usar la ‘Korrika’ para pedir el «regreso a casa» de los presos de ETA. A lo largo de los 11 días que ha durado esta edición, que culminó el domingo en Baiona, el Colectivo de Víctimas del Terrorismo, Covite, ha denunciado hasta 60 imágenes o siluetas de exmiembros de ETA, así como numerosas pancartas y muestras de apoyo al colectivo de presos de la banda terrorista.