Imagen: EFE
Este jueves, el Ayuntamiento de La Oliva, en Fuerteventura, ha emitido una queja pública contra Irene Montero, exministra de Igualdad y actual eurodiputada de Podemos, por una reciente publicación en sus redes sociales. La denuncia se centra en una fotografía que Montero compartió en Instagram, en la que se muestran piedras y conchas pintadas que, según el Consistorio, podrían provenir de las playas locales.
Críticas del Gobierno local
La administración municipal ha expresado su descontento con la actitud de Montero, acusándola de «uso inapropiado de elementos naturales protegidos». En su mensaje, subrayan que Fuerteventura es un área protegida por la Ley de Patrimonio Natural, la cual resguarda tanto los espacios del Archipiélago Canario como de la Península. En el comunicado, el Consistorio denuncia que la publicación de Montero «pinta y daña» las piedras y que la visibilidad de estas acciones en redes sociales podría tener un «efecto dominó» con consecuencias graves para el entorno natural.
El Ayuntamiento ha instado a la exministra a «aclarar el origen de los elementos mostrados» y a «rectificar públicamente» si estos han sido retirados de las playas. La preocupación del Gobierno local se centra en la posible influencia negativa de tales acciones sobre la protección del medio ambiente.
Reacciones en redes sociales
En los comentarios que acompañan la publicación del Ayuntamiento, varios usuarios han cuestionado la autenticidad de las piedras pintadas, sugiriendo que las imágenes compartidas por Montero, en las que ella menciona que las piedras fueron decoradas por sus hijos, no corresponden a elementos originarios de la isla.
Protección del entorno natural
Fuerteventura ha instalado carteles informativos en sus playas para recordar a los visitantes la importancia de conservar el paisaje natural, advirtiendo contra la recolección de piedras y otros elementos de las playas. Este tipo de señalización busca prevenir la alteración del entorno natural y preservar la belleza de los espacios protegidos.