Podemos Andalucía se encuentra en el ojo del huracán tras la denuncia pública de Valle Fernández, exsecretaria de Círculos y Extensión del partido. Su relato, difundido a través de una carta dirigida a la militancia, describe un ambiente tóxico en la dirección de la organización, señalando prácticas de «abuso» y «malos tratos» que, según Fernández, han afectado a numerosas personas dentro de la formación.
La misiva, fechada el 25 de noviembre, acusa directamente a Raquel Martínez Aguilera, candidata favorita para liderar Podemos Andalucía en las próximas primarias, de perpetuar un «ciclo de violencia institucional y orgánica». Fernández afirma que estas dinámicas no eran aisladas, sino estructurales, y asegura que afectaron a quienes no se sometían a las directrices impuestas desde la cúpula.
Dinámicas y prácticas dañinas
En su carta, Fernández detalla episodios de lo que califica como «dinámicas patriarcales dañinas». Según su testimonio, los altos cargos del partido adoptaron conductas «brutales» contra sus compañeras, empleando represalias como exclusión de decisiones clave, descalificaciones personales y bloqueos en las tareas. Fernández también denuncia el trato despectivo hacia ciertas portavoces, a quienes se «ninguneaba» y «trataba como un trapo».
La exdirigente asegura que estas prácticas generaron un clima de hostilidad que se tradujo en numerosas dimisiones durante el primer año de la dirección liderada por Martina Velarde. Entre ellas, destaca su propia salida y la de otros cargos relevantes como el secretario de Organización y la secretaria de Municipalismo.
Acusaciones contra Martínez Aguilera
Fernández reserva sus críticas más contundentes para Martínez Aguilera, actual candidata al liderazgo de Podemos Andalucía y respaldada por la coordinadora saliente, Martina Velarde, y el aparato nacional de Ione Belarra. En su carta, Fernández acusa a Martínez Aguilera de haber sido utilizada como herramienta para «laminar» el partido en diferentes territorios, destacando sus supuestas acciones de bloqueo y amedrentamiento hacia cargos públicos y compañeras.
La exdirigente asegura que rompió su silencio al ver a Martínez Aguilera postularse para liderar el partido. «No puedo seguir callada viendo cómo las mismas personas que han perpetuado estas prácticas buscan ahora más poder«, afirma en su escrito, que ha comenzado a circular entre la militancia andaluza.
Una petición de cambio profundo
Fernández no se limita a relatar los hechos, sino que también exige una revisión profunda de las prácticas internas de Podemos Andalucía. Según ella, varias compañeras elevaron estas denuncias a la dirección nacional de Ione Belarra, aunque sin éxito. La exdirigente concluye su carta llamando a visibilizar el daño causado y a evitar que estas dinámicas se repitan.