Dos años después del compromiso alcanzado entre Marruecos y España, las aduanas de Ceuta y Melilla continúan cerradas. Este incumplimiento pone en tela de juicio uno de los puntos clave de la hoja de ruta pactada en abril de 2022 entre el presidente del Gobierno, y el rey marroquí Mohamed VI. En ese momento, el Ejecutivo español respaldó el plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental, un gesto político que buscaba mejorar las relaciones bilaterales y desbloquear cuestiones pendientes entre ambos países.
La promesa de apertura, aplazada una y otra vez
El compromiso incluía la reapertura de la aduana en Melilla, cerrada unilateralmente por Marruecos en agosto de 2018, y la apertura de una nueva aduana en Ceuta, un paso histórico ya que nunca había existido. Inicialmente, se fijó como fecha tentativa enero de 2023, antes de la Reunión de Alto Nivel (RAN) celebrada en Rabat los días 1 y 2 de febrero. Sin embargo, esta fecha se postergó alegando la necesidad de realizar pruebas piloto para garantizar el correcto funcionamiento de las instalaciones.
A lo largo del primer semestre de 2023, se llevaron a cabo tres ejercicios piloto. Aunque por parte española se aseguró que todo estaba listo, las autoridades marroquíes señalaron «problemas técnicos» como el único obstáculo para la reapertura. Esta explicación fue reiterada en diciembre de 2023 durante una reunión entre el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y su homólogo marroquí, Naser Burita.
El 21 de febrero de 2024, Pedro Sánchez visitó Rabat, donde el rey Mohamed VI y el primer ministro marroquí, Aziz Ajanuch, volvieron a expresar su compromiso con lo pactado. Sánchez manifestó entonces su confianza en que «pronto» habría avances concretos. No obstante, desde esa fecha no se han producido novedades significativas. En los últimos meses, la oposición en España ha criticado duramente al Gobierno por su «falta de honestidad» al no admitir que Marruecos podría estar utilizando la situación para evitar un reconocimiento implícito de la soberanía española sobre Ceuta y Melilla. Este argumento ha ganado peso debido al prolongado retraso y la falta de explicaciones claras sobre los «problemas técnicos» que Marruecos alega desde hace un año.
El 26 de noviembre de 2024, durante un encuentro entre Albares y Burita en Cascais (Portugal), ninguno de los gobiernos confirmó si las aduanas habían sido tema de discusión o si se había logrado algún avance. Aunque ambos países afirman seguir trabajando en la hoja de ruta acordada en 2022, la falta de información concreta alimenta la incertidumbre y las críticas.