La preferencia por el alquiler de temporada está en aumento entre los propietarios, ya sea por la búsqueda de una mayor rentabilidad o para evitar las restricciones de la Ley de Vivienda. Esta tendencia ha desequilibrado la oferta de viviendas en el mercado, con un crecimiento del 56% en los alquileres temporales durante el primer trimestre de 2024, mientras que los anuncios de alquileres a largo plazo han experimentado un retroceso del 15%.
Un incremento en zonas tensionadas
Este fenómeno se observa en todo el país, siendo más pronunciado en las zonas y ciudades con precios inmobiliarios más altos. En lugares como Barcelona y San Sebastián, hasta el 30% de los anuncios corresponden al alquiler de temporada. En cambio, en áreas menos tensionadas, esta modalidad es prácticamente inexistente, como en Soria, Lugo, Ceuta, Ourense y Guadalajara.
Dificultad para el acceso a la vivienda
Según Francisco Iñareta, portavoz de Idealista, esta tendencia refleja la transferencia de la oferta del alquiler permanente al temporal, dificultando aún más el acceso a la vivienda para las personas y familias más desfavorecidas: “las medidas adoptadas en materia de alquiler han trasladado la oferta del alquiler permanente al alquiler de temporada, una formula perfectamente legal pero que viene a dificultar aún más el acceso a la vivienda de las personas y las familias más desfavorecidas. Resulta obvio ya que el origen de los problemas de alquiler no está en los precios, sino en el enorme déficit de oferta, lo que genera tensiones en los precios y ansiedad en las familias que comprueban la dureza de la competencia con decenas de familias«.
Alquileres temporales en la costa
Ciudades como Palma y Málaga lideran el aumento de la oferta de alquileres temporales, con un incremento del 79% en el último año. Por otro lado, algunas ciudades más pequeñas han experimentado aumentos más espectaculares, aunque hay que considerar que partían de una base casi nula de oferta temporal.
Además, el alquiler temporal también permite a las agencias continuar imputando los honorarios a los inquilinos, sorteando así una de las regulaciones más polémicas de la Ley de Vivienda. Ante esta situación, el Gobierno ha reconocido la necesidad de abordar estas lagunas y ha creado un grupo de trabajo para buscar soluciones.
Los alquileres a largo plazo disminuyen
Mientras tanto, los alquileres a largo plazo han disminuido en ciudades como Bilbao, Sevilla, Madrid, San Sebastián, Palma y Barcelona. Esta disminución se debe en parte a la mayor rentabilidad que ofrece el alquiler temporal, así como a la posibilidad de revisar la renta al finalizar el contrato, evitando las limitaciones impuestas por la Ley de Vivienda.